El sistema antimisiles israelí Cúpula de Hierro se mantiene totalmente operativo para interceptar los misiles, pero son demasiados. Se activaron las sirenas de alerta en la madrugada de este domingo en Tel Aviv (centro de los territorios ocupados).
Todo esto, después de que fuertes ataques con cohetes y misiles de las Brigadas Ezzedin Al-Qassam, el brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) impactaran el área. Las zonas del centro, el sur y las costas de los territorios ocupados por Israel están en la mira de los misiles de la Resistencia palestina. Es más, la Yihad Islámica Palestina acaba de desvelar un temible misil, denominado Qasemm que es capaz de alcanzar toda esa tierra usurpada.
La televisión catarí Al-Jazeera informa que la ciudad de Hasharon, en el norte de la ocupada Cisjordania, también ha sido impactada durante los ataques de represalia de la Resistencia palestina.
Desde la parte meridional de Palestina ocupada hasta Herzliya, ubicada en el oeste de los territorios ocupados, millones de colones se han visto obligados a huir a los refugios.
El diario local The Times of Israel indica que los restos de misiles disparados por la Cúpula de Hierro que intentaban neutralizar los cohetes palestinos han dejado daños en varios asentmientos de los colonos israelíes en el sur y el centro de los territorios ocupados, entre ellos Ashdod, Ghan Aoneh y Rishon Letzion.
Entre tanto, HAMAS ha anunciado que se ha “preparado para bombardear Tel Aviv durante un período de 6 meses continuos” y prometido que hará “temblar Tel Aviv” con sus misiles en respuesta a los continuos bombardeos israelíes a Gaza.
Además, ha confirmado un gran ataque con decenas de cohetes contra Tel Aviv y sus suburbios y, al mismo tiempo, contra Ashdod (oeste).
HAMAS intensifica los ataques
El movimiento palestino ha prometido recrudecer sus ataques, si Israel continúa sus acometidas y la destrucción de edificios residenciales en la asediada Gaza, cuya situación deplorable hizo sonar las alarmas desde hace cuatro años, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dijo que, en 2020, la zona sería inhabitable.
De igual modo, las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, rama militar del Movimiento Palestino de Liberación Nacional (Al-Fatah), han pedido a sus combatientes que “no perdonen” a los colonos “cobardes” y a los “temblorosos soldados de la ocupación”, si se niegan a cesar los ataques contra los palestinos, en concreto contra los residentes del barrio de Sheij Yarrah en la ciudad sagrada de Al-Quds.
El ejército israelí y los grupos palestinos en el asediado enclave costero se hallan enfrentados en un intercambio de ataques desde las últimas horas del 10 de mayo, la mayor escalada del conflicto desde 2014. Las tensiones iniciaron en pleno Ramadán, el sagrado mes de ayuno para los musulmanes.
Las restricciones de las autoridades israelíes para los palestinos en Al-Quds (Jerusalén) y los posteriores bombardeos a Gaza desataron el conflicto, que resultó en el actual intercambio de fuego con más de 170 muertos en Gaza y al menos 10 bajas entre los israelíes desde el pasado lunes.
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