"Los parlamentarios norteamericanos tienen acceso a muchos documentos más que los parlamentarios europeos", ha denunciado el ministro de Comercio francés, Matthias Fekl, en una entrevista publicada este lunes por el diario francés Sud Ouest.
Europa hizo varias ofertas, en todos los ámbitos, y a cambio no recibió ninguna oferta seria de los americanos ni sobre el acceso a sus contratos públicos ni sobre el acceso a sus mercados agrícolas o de procesamiento de alimentos, ha dicho el ministro de Comercio francés, Matthias Fekl.
EE.UU. y la Comisión Europea (CE) comenzaron las negociaciones del polémico Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas inglesas) desde julio del año 2013, un proceso que avanza muy lentamente.
Fekl también ha destacado que las conversaciones podrían torcerse a causa de la intransigencia estadounidense, y que Francia se está impacientando lo que podría resultar en el fracaso de tales negociaciones.
En este sentido, ha dicho que "Europa hizo varias ofertas, en todos los ámbitos, y a cambio no recibió ninguna oferta seria de los americanos" ni sobre el acceso a sus contratos públicos ni sobre el acceso a sus mercados agrícolas o de procesamiento de alimentos.
Si se firmase tal acuerdo con EE.UU., país criticado por tratar de cambiar el equilibrio geopolítico del poder en el mundo, existen preocupaciones sobre las consecuencias que este podría traer.
Los escépticos denuncian que además de que las negociaciones sean de tal carácter reservado, están dominadas por grupos de presión multinacionales deseosos de garantizar un mercado libre de regulaciones para su beneficio.
El presidente de estadounidense, Barack Obama, que tenía la esperanza de que dicho acuerdo se terminase para finales del 2015, ha pedido la aceleración de las negociaciones.
El TTIP se centra sobre todo en los reglamentos, normas, derechos corporativos y garantías de inversión, con el objetivo, supuestamente, de facilitar la inversión directa y la eliminación de obstáculos burocráticos innecesarios para el acceso al mercado para las empresas de ambos lados del Atlántico.
Una “iniciativa ciudadana europea” que exige el fin de las negociaciones del TTIP y de otro tratado similar con Canadá, el Acuerdo Integral de Economía y Comercio (CETA, en sus siglas inglesas), ha reunido ya más de 2,783,557 firmas recogidas por toda Europa.
El TTIP es muy impopular en Francia, España y a lo largo y ancho de las calles europeas. El Parlamento Europeo (PE) suspendió el pasado mes de junio un debate sobre el TTIP con EE.UU., tildado por varios eurodiputados de una “traición”.
En abril, miles de activistas se manifestaron en España para denunciar las consecuencias de la TTIP, en este mismo país, el partido político Podemos denunció que este acuerdo es, "un golpe de estado en cubierto".
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