“Es injusto y desafortunado que el vicepresidente de HalkBank (un banco estatal turco), Mehmet Hakan Atilla, haya sido considerado culpable en cinco acusaciones del jurado”, ha argumentado hoy jueves la Cancillería turca en un comunicado.
Así, ha cuestionado que la acusación a Hakan Atilla de intentar evadir —entre 2011 y 2013— las sanciones económicas impuestas por EE.UU. contra Irán se basa “en pruebas falsas y susceptibles de ser políticamente explotadas”, por lo cual no tiene credibilidad alguna.
En este caso “político”, ha precisado la Cancillería, el tribunal estadounidense se había basado en el testimonio inventado presentado por los miembros de la organización de Fethulá Gülen, a la que el Gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusa del fallido golpe de Estado.
Por lo tanto, ha urgido al país norteamericano a revisar esa decisión “que se convirtió en una vergüenza jurídica”, y que fue “una injerencia sin precedentes en los asuntos internos de Turquía”.
Es injusto y desafortunado que el vicepresidente de HalkBank (un banco estatal turco), Mehmet Hakan Atilla, haya sido considerado culpable en cinco acusaciones del jurado”, argumenta la Cancillería turca.
Press Release regarding the decision of the Court of Southern District of New York about Mehmet Hakan Atilla https://t.co/0kr2JKEpvb
— Turkish MFA (@MFATurkey) January 4, 2018
Por su parte, el vice primer ministro y portavoz del Gobierno turco, Bekir Bozdag, ha afirmado que la decisión del jurado estadounidense “no tiene ningún valor legal” para Turquía, calificándola como una clara evidencia de que la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, en inglés) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) habían cooperado con la red de Gülen.
Dicho caso, “completamente político”, no ha perjudicado “la fuerte economía de Turquía”, sino ha dañado enormemente los lazos entre Ankara y Washington que puede tener un impacto negativo en todas las operaciones futuras, advierte Bozdag.
Tras el fallido golpe militar en julio de 2016 en el país euroasiático, Ankara en reiteradas ocasiones ha formulado la solicitud de que Washington extradite a Gülen, que se autoexilió en Estados Unidos en 1999, no obstante la negativa de EE.UU. socavó sus relaciones bilaterales.
Las autoridades turcas han solicitado en la misma jornada del jueves a Estados Unidos la extradición de un testigo que testificó en el caso del banquero Hakan Atilla, informa la agencia oficial turca Anadolu.
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