En un comunicado recogido el domingo por la página Web de Merat al-Baréin (espejo de Baréin), el ICFJ calificó de “crucial” la presencia del activista bareiní en una cumbre de este organismo que se celebrará en próximo marzo en Catar, a la que no puede asistir debido a las limitaciones impuestas por Manama en su contra por sus actividades pro derechos humanos.
El régimen de Baréin mantiene una vigilancia exhaustiva de las actividades de Rayab desde las protestas prodemocracia y contra la dinastía de los Al Jalifa iniciadas a principios de 2011. Los bareiníes protagonizan manifestaciones casi diarias contra la monarquía de los Al Jalifa, para reclamar, entre otros, el fin del monopolio del poder, la instauración de un sistema constitucional y un poder judicial independiente.
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