El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha otorgado plenos poderes a su embajadora en Rusia, Alba Azucena Torres Mejía, para que firme un acuerdo con el subdirector para asuntos internacionales de Rosatom, Nikolai Spassky, enfocado en “la cooperación en el campo de las aplicaciones no energéticas de la energía atómica con fines pacíficos”.
“La certificación de este acuerdo presidencial es suficiente para acreditar la facultad” de Torres Mejía para actuar en representación del Gobierno de Nicaragua, ha señalado Ortega, según el diario local La Gaceta.
Este documento sienta las bases para la cooperación en una amplia gama de áreas, en particular para la concienciación de la población sobre las tecnologías nucleares, el desarrollo de la infraestructura nuclear de Nicaragua y el uso no energético de la energía atómica en industria, agricultura y medicina, tal como ha informado la Corporación Estatal de Energía Atómica Rosatom de Rusia en su página web.
Las partes firmantes del documento han llegado al entendimiento de que, tan pronto como la situación de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19 lo permita, serán organizadas amplias consultas sobre el contenido práctico del memorando suscrito en formato presencial.
Para Nicaragua, Rusia ha sido un aliado que se ha mantenido a su lado incluso cuando Estados Unidos ha bloqueado económicamente al país latinoamericano con el objetivo de crear tal descontento popular que ponga fin al mandato de Daniel Ortega.
Por su parte, el Gobierno de Rusia, también blanco de sanciones de Washington, ha confirmado en reiteradas ocasiones su apoyo a la Administración del gobernante sandinista frente a las injerencias foráneas.
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