La polémica y las contradicciones se han desatado en los diferentes sectores de la sociedad guatemalteca debido a la propuesta del presidente Jimmy Morales y su ministro de Finanzas Públicas, Julio Héctor, de proponer mediante una aparente fiscal el incremento a los combustibles, al cemento, al impuesto sobre la renta y regalías de empresas mineras, el presidente dice que el incremento a los impuestos es necesario y que velará para que los ingresos sean utilizados en provecho del pueblo.
La posibilidad del incremento de impuestos no ha sido bien recibida por la sociedad en general, luego de la ola de casos de corrupción que se ha destapado en los últimos meses y que revelan que los impuestos de los guatemaltecos van a dar a las cuentas personales de funcionario corruptos, un analista aporta que no se tiene certeza de cómo se utilizarán esos recursos y por lo tanto la resistencia a pagar más impuestos.
Según las propuestas del Ejecutivo la recaudación aumentaría en unos 800 millones de dólares, ello evitaría que el Estado prestara dinero a bancos locales y externos para financiar su presupuesto anual no obstante tampoco es una certeza, agrega el experto, mientras de una u otra manera el guatemalteco promedio se verá afectado por el incremento a los tributos.
A pesar de que la Súper Intendencia de Administración Tributaria recuperó en lo que va del año al menos 150 millones de dólares en impuestos que grandes empresarios evadieron durante años los ingresos no son sostenibles en el tiempo pues Guatemala es uno de los países que menos impuestos cobra a sus habitantes en el mundo.
Las inconformidades sociales también van encaminadas a reclamarle al presidente sus ofrecimientos de campaña, uno de ellos fue no incrementar impuestos y no aceptar diputados tránsfugas en su partido, ambos no se cumplieron.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.
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