“Estamos agradecidos con aquellos que realmente ayudan con todo lo que pueden. Pero aquellos que tienen las armas y municiones que necesitamos y retrasan su provisión deben saber que el destino de esta batalla también depende de ellos”, dijo el domingo Volodímir Zelenski.
De esta forma, el mandatario reiteró su pedido del viernes de un mayor aprovisionamiento de armas a Ucrania, así como un mayor número de sanciones contra Rusia, como método para que la guerra no se prolongue. “Cuantas más y antes obtengamos todas las armas que hemos pedido, más fuerte será nuestra posición y más pronto será la paz”, planteó.
En este contexto, los expertos advierten de que el envío de estas armas por parte de Occidente escalaría la guerra en curso en Ucrania y prolongaría la crisis que estalló en reacción a la conducta agresiva de Kiev en Donbás (este de Ucrania) y tras la negativa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a garantizar la seguridad de las fronteras rusas, precisamente la zona limítrofe con Ucrania.
A pesar de todas estas advertencias de una guerra sangrienta en Ucrania, el presidente de EE.UU., Joe Biden, prometió el miércoles un nuevo paquete militar por valor de 800 millones de dólares.
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