“Hubo demasiadas ausencias cuando Italia necesitó ayuda en los primeros momentos (…) Y sí, por eso es correcto que Europa en su conjunto pida perdón de todo corazón”, dijo el jueves la jefa de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, en pleno debate del Parlamento Europeo (PE) sobre la respuesta de la Unión Europea (UE) a la pandemia del nuevo coronavirus.
Der Leyen reconoció la falta de reconciliación con Italia y prometió que el bloque, a partir de ahora, ayudará al país a enfrentar la crisis provocada por la COVID-19.
La funcionaria, del mismo modo, aseguró que el bloque tratará de salvar el mayor número de vidas posibles, usando cada euro disponible.
En reacción, el ministro de Exteriores italiano, Luigi di Maio, agradeció, en un mensaje de Facebook, las disculpas públicas de Der Leyen y llamó a más solidaridad entre los miembros de la UE.
En Italia, que junto a España son los países más golpeados por el nuevo coronavirus en Europa, se ha confirmado más de 22 900 muertes, desde que se reportó el primer caso de la COVID-19 a finales de enero.
En un principio, la Unión Europea le negó la ayuda al país transalpino simplemente por temor a tener que necesitarla más adelante. La respuesta negligente de la UE desató la furia de los italianos hacia el bloque, especialmente, cuando recibieron grandes lotes de ayuda humanitaria desde China y Rusia.
El brote del virus infeccioso ha profundizado la brecha entre los países europeos, por lo que surgen advertencias de que el futuro de Europa está en riesgo por la falta de respuesta común al coronavirus.
Toda esta tensión se produce mientras, según alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS), Europa sigue en el “ojo del huracán” de la epidemia, con más de 90 000 muertes.
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