• Activistas pro palestinos se manifiestan en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), 6 de mayo de 2024. (Foto: Reuters)
Publicada: domingo, 15 de septiembre de 2024 15:45

Las universidades de todo Estados Unidos han implementado regulaciones más estrictas y nuevas políticas para reprimir las protestas contra la guerra en Gaza.

A raíz del activismo durante el último año académico en el campus para condenar la agresión respaldada por Estados Unidos y perpetrada por el régimen sionista contra la Franja de Gaza, las universidades han extremado las medidas para reprimir las protestas y la libertad de expresión.

Muchas de estas instituciones han implementado medidas que incluyen permisos obligatorios para manifestaciones, restricciones en el tiempo y lugar de las protestas y sanciones por acciones que se consideren dañinas para el ambiente del campus.

Un informe reciente del periódico The New York Times subraya una tendencia creciente entre las instituciones de educación superior de Estados Unidos a imponer políticas más estrictas, destinadas a mantener el orden mientras lidian con las complejidades de la libertad de expresión.

 

Lauren Lassabe Shepherd, profesora de la Universidad de Nueva Orleans, dijo que las reglas más detalladas harían más fácil a los administradores universitarios decir que los estudiantes que participan en las protestan las han roto.

Si bien muchas instituciones anteriormente restringían la acampada en sus campus, escuelas como la Universidad Emory, Rutgers y el sistema de la Universidad de California ahora han reforzado o implementado prohibiciones más estrictas.

El sistema de la Universidad de California ha establecido nuevas pautas que requieren que los líderes de las protestas registren sus eventos con antelación y los realicen en áreas designadas. Otras instituciones están considerando vías similares, alegando que son medidas necesarias para prevenir la violencia y mantener la seguridad pública.

Muchas instituciones, como la de Indiana, han promulgado regulaciones que limitan las protestas a horarios y lugares determinados. En la Universidad Estatal de Ohio, por ejemplo, todos los eventos del campus deben concluir a las 10 de la noche, mientras que la Universidad Northwestern ha prohibido las protestas antes de las tres de la tarde en áreas de clase.

La Universidad Carnegie Mellon ha introducido una nueva política que permite a los funcionarios dispersar reuniones no registradas de más de 25 personas a su discreción. La Universidad de Nueva York, en otra ofensiva, revisó sus pautas de conducta para indicar explícitamente que atacar a individuos o ideologías asociadas con el “sionismo” puede violar su política de no discriminación, invocando el “antisemitismo”.

Durante el año académico anterior, las universidades y colegios estadounidenses emergieron como un foco de protestas pro palestinas lideradas por estudiantes, lo que desencadenó una importante ola de manifestaciones en universidades de todo el mundo, donde cientos de estudiantes pidieron a sus universidades que no inviertan en empresas que tienen vínculos con el régimen israelí.

El inicio del actual semestre coincidió con el duodécimo mes de la guerra genocida de Israel, que ha provocado hasta el momento la muerte de más de 41 000 palestinos. Además, el régimen de ocupación ha bloqueado todas las salidas del enclave costero palestino, exacerbando una grave crisis alimentaria y de salud en la región, que la ONU ha descrito como “un infierno en la Tierra”. 

gec/hnb