• Seahawk, un buque de superficie no tripulado, participa en un simulacro de EE.UU. en el océano Pacífico, 21 de abril de 2021. (Foto: US Navy)
Publicada: domingo, 31 de julio de 2022 5:36

Frente al creciente poderío de China, la Marina de EE.UU. alista barcos no tripulados que vigilen electrónicamente a las fuerzas enemigas en el océano Pacífico.

La Armada estadounidense está acelerando el desarrollo de barcos robóticos como una forma de seguir el creciente ritmo de desarrollo de la Fuerza Naval de China, al tiempo que promete no repetir los costosos errores de construcción naval de los últimos años.

Los cuatro barcos no tripulados más grandes se están utilizando juntos este verano (boreal) durante un ejercicio naval multinacional en el océano Pacífico. La Quinta Flota de la Marina de EE.UU. ya ha desplegado otros tipos más pequeños en las aguas de la región de Asia Occidental.

La Marina norteamericana investiga cómo los radares y sensores de estos buques pueden combinarse con inteligencia artificial y emplazarse en cruceros, destructores, submarinos y portaviones tradicionales, para crear una flota que sea resistente, y a la vez, mantener a los marineros fuera de peligro.

 

Se trata de hacer avanzar la tecnología y tener confianza en la capacidad. Todo lleva su tiempo”, afirmó esta semana Jeremiah Daley, comandante de la División de Embarcaciones de Superficie no Tripuladas (USVDIV, por sus siglas en inglés).

Antes de seguir adelante, el proyecto requiere el aval del Congreso, que se muestra escéptico después de una serie de debacles en la construcción naval.

La región del Indo-Pacífico es constante escenario de tensiones entre China y Estados Unidos. De hecho, aviones y buques de guerra norteamericanos han navegado por las proximidades de las fronteras chinas, con el único objetivo de contrarrestar el ascenso del gigante asiático.

La actual estrategia estadounidense de contención militar dirigida a China, conocida como el “pivote hacia Asia”, anunciada en 2011 por el entonces presidente Barack Obama, tiene como verdadero objetivo impedir que China supere a Estados Unidos como principal poder.

Según señala el diario estadounidense The New York Post, en un artículo publicado el pasado mes de junio, hace una década, que EE.UU. podría estar frente a China por la llamada política “pivote hacia Asia”. 

EE.UU. que ya ha perdido su influencia y su política tanto en la región de Asia Occidental como en todo el mundo, está inquieto por el avance de capacidad de combate de Pekín y sigue provocándole con aventurismos desesperados.

msm/ctl/mkh