“Creo que ahora podemos decir que es bastante claro que fueron los rusos los que participaron en esta actividad”, indicó el viernes Mike Pompeo al programa televisivo The Mark Levin Show.
El secretario de Estado estadounidense señaló con su dedo acusador a Rusia tras recalcar que “hubo un esfuerzo significativo para usar un programa de terceros para incrustar esencialmente código dentro de los sistemas del Gobierno de Estados Unidos”.
Pompeo sugirió también una implicación de Moscú el lunes, cuando afirmó que el Gobierno ruso había realizado repetidos intentos por violar las redes del Gobierno estadounidense.
Según un informe publicado el pasado sábado por la agencia de noticias Reuters, un grupo de piratas informáticos robó información del Departamento del Tesoro de EE.UU., y de la Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información (NTIA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Comercio del país norteamericano, así como de otras entidades gubernamentales estadounidenses.
Microsoft identificó a más de 40 de sus clientes en todo el mundo que tenían instaladas versiones problemáticas de un programa de administración de TI de terceros, que según los expertos en seguridad permitieron a los atacantes un acceso sin restricciones a sus redes, informó el jueves la compañía en una publicación de blog.
La compañía de tecnología estadounidense explicó que el 80 % de esas víctimas identificadas están en EE.UU., mientras que el resto se encuentra en otros siete países: México, España, Canadá, Bélgica, Reino Unido, los territorios ocupados por Israel y Emiratos Árabes Unidos (EAU).
La Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad (CISA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. no identificó quién está detrás de estos ataques con malware, pero algunos políticos y las empresas de seguridad acusan a Rusia pese a que Moscú rechaza fuertemente cualquier implicación en este ciberataque.
CISA resaltó el jueves que, si bien las detecciones fueron recientemente, las intrusiones informáticas arrancaron, al menos, desde marzo de este año, y advirtió que el ciberataque a gran escala representa un “grave riesgo” para el país norteamericano previendo que “eliminar este actor amenazante de ambientes comprometidos será altamente complejo y desafiante para las organizaciones”.
A su vez, el senador republicano Mitt Romney manifestó que el ciberataque fue como si “bombarderos rusos hubieran estado volando repetidamente sin ser detectados sobre todo nuestro país”.
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