El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, ha informado este domingo que ha dado instrucciones a las Fuerzas Armadas para que revisen la seguridad en las bases militares y examinen a los soldados extranjeros que vienen al país norteamericano.
El tiroteo que se registró el pasado viernes en la base naval de Pensacola dejó cuatro muertos, entre ellos el atacante, de origen saudí, y varios heridos. El agresor, identificado como Muhamad al-Shamrani, pertenecía a la Fuerza Aérea de Arabia Saudí.
En declaraciones realizadas en el programa Fox News Sunday, Esper ha dicho que ha pedido a altos funcionarios de defensa que “se aseguren de que tomemos todas las precauciones necesarias” para garantizar la seguridad de las instalaciones militares.
Al mismo tiempo, ha indicado que también le había solicitado al Departamento de Defensa (el Pentágono) que “revise cuáles son nuestros procedimientos de detección” antes de que soldados de otros países vengan a EE.UU. para programas de entrenamiento que, según ha enfatizado, son de suma importancia para la seguridad nacional de Washington.
Antes del tiroteo, el atacante saudí publicó mensajes hostiles en Twitter contra Washington. “Estoy en contra del mal, y EE.UU., en su conjunto, se ha transformado en una nación del mal (...) No estoy en contra de ustedes simplemente porque son estadounidenses (...) Los odio porque cada día apoyan, financian y cometen crímenes, no solo contra los musulmanes, sino también (contra) la humanidad”, tuiteó.
El del viernes fue el segundo tiroteo que se registró en una base militar estadounidense en los últimos días. El pasado miércoles, se informó de que un marine estadounidense abrió fuego en la base naval de Pearl Harbor, en el estado de Hawái, en el océano Pacífico, y mató a dos personas.
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