La nueva venta de armamento, por valor de 2,6 mil millones de dólares, a Seúl, incluye seis aviones de patrulla marítima P-8A Poseidon y 64 unidades del sistema de defensa antimisiles Patriot PAC-3, afirmó el Departamento estadounidense de Defensa (el Pentágono), citado por la agencia británica de noticias Reuters.
Los aviones Poseidon, que son usados para cazar submarinos y realizar misiones de reconocimiento marítimo, pueden llegar a costar hasta 2,1 mil millones de dólares, y los Patriot PAC-3, fabricados por la compañía Lockheed Martin, unos 501 millones de dólares, según estimó la Agencia de Cooperación de Seguridad de Defensa (DSCA, por sus siglas en inglés) del Pentágono.
La DSCA afirmó, asimismo, que la acordada venta militar, que será remitida la misma jornada del jueves al Congreso para su aprobación final, “ayudará” a Corea del Sur a aumentar la capacidad nacional de defensa aérea en el mar, una medida ante la supuesta amenaza de Corea del Norte, y secunda, al mismo tiempo, las metas de seguridad nacional de EE.UU.
La surcoreana Administración del Programa de Adquisiciones de Defensa (DAPA, por sus siglas en inglés) anunció, en junio pasado, su decisión de comprar los P-8A Poseidon. El contrato valía entonces unos 1,72 mil millones de dólares.
Sin embargo, la aprobada venta militar incluye entrenamiento, equipamiento logístico y de apoyo, además de ofrecer servicios que podrían afectar al precio, conforme destacó la fuente.
Esta noticia ve la luz la misma jornada en la que el Departamento estadounidense del Tesoro anunció sanciones contra dos empresas tecnológicas, controladas por Pyongyang, una en China y la otra en Rusia, por haber, supuestamente, violado las sanciones de Washington en su contra.
La gran presencia militar de EE.UU. en la península coreana ha sido, desde hace décadas, uno de los mayores motivos de preocupación para Corea del Norte, que considera sus misiles balísticos y sus armas nucleares, la única vía para protegerse de la maquinaria bélica y de las amenazas estadounidenses.
Pyongyang ha advertido, en varias ocasiones, de que Washington busca, con sus relaciones militares con Seúl y las sanciones unilaterales en su contra, obstaculizar la paz en la península.
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