• El exsecretario de Estado de EE.UU. Rex Tillerson, durante sus comentarios de despedida a los empleados del Departamento de Estado, marzo de 2018.
Publicada: miércoles, 1 de agosto de 2018 17:20
Actualizada: jueves, 2 de agosto de 2018 10:50

Presiones de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) pueden haber sido la causa principal del cese de Rex Tillerson en la Casa Blanca en marzo pasado.

Arabia Saudí y EAU planeaban invadir Catar en junio del año pasado, pero se toparon con la oposición del entonces secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, cuyos esfuerzos para evitar la agresión quizá le costaran el cargo, ha publicado este miércoles The Intercept.

Según el portal, en esas fechas, varios meses antes de que Riad y Abu Dabi comenzaran a reclamar su cese, Tillerson intervino para detener un plan secreto dirigido por Arabia Saudí y EAU para conquistar Catar, según un miembro de los servicios de inteligencia de EE. UU. y dos exfuncionarios del Departamento de Estado que han preferido hablar de forma anónima.

En aquellos días, el jefe de la Diplomacia estadounidense hizo toda una serie de llamadas telefónicas para instar a las autoridades del régimen saudí a no tomar medidas militares contra Catar.

En las llamadas, Tillerson, que tenía una larga experiencia de colaboración con el Gobierno catarí como presidente de la petrolera estadounidense Exxon Mobil, exigió al rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, el príncipe heredero, Muhamad Bin Salman, y al canciller Adel al-Yubeir a no atacar a Catar ni aumentar las hostilidades.

El alto funcionario también alentó al secretario del Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono), James Mattis, a llamar a su homólogo de Riad para explicarle los peligros de una invasión de ese tipo.

 

La presión de Tillerson hizo que tanto el rey saudí como Muhamad Bin Salman renunciaran a sus planes, preocupados de que la invasión dañara la relación a largo plazo de Arabia Saudí con EE.UU.

Sin embargo, la intervención del diplomático enfureció al príncipe heredero de EAU, Muhamad bin Zayed, y al gobernante de facto de ese país, según el agente de inteligencia estadounidense, que coincide con un informante cercano a la familia real de los Emiratos.

Meses más tarde, los príncipes herederos de Riad y Abu Dhabi comenzaron a presionar a la Casa Blanca para que se cesara a Tillerson, según el último informante citado, así como según otro cercano a la familia real saudí.

Ninguno de los funcionarios actuales o anteriores entrevistados por The Intercept dice saber por qué Trump decidió despedir a Tillerson, pero uno de ellos cree que influyó mucho la polémica visita a EE.UU. de Muhamad Bin Salman y las conversaciones de este sobre Catar con el presidente de EE.UU., Donald Trump.

En junio de 2017, Arabia Saudí, Baréin, EAU y Egipto rompieron sus relaciones diplomáticas con Catar, tras acusar a Doha de fomentar el terrorismo, y le impusieron un férreo boicot económico.

Catar, que niega tajantemente todo apoyo al terrorismo, ha anunciado una y otra vez su disposición a solventar la disputa con sus vecinos árabes por medio del diálogo, pero la crisis sigue su curso pese a los esfuerzos de algunos mediadores.

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