Así afirmó el lunes el comandante en jefe del Ejército iraní, el general de división, Ataolá Salehi, a través de un comunicado con motivo de la conmemoración del trigésimo quinto aniversario de la Semana de la Defensa Sagrada (Guerra impuesta por el exrégimen baasista de Irak contra Irán entre 1980-88), que coincide con el 22 de septiembre.
Del mismo modo, declaró que el pueblo iraní con una feroz resistencia ante las dificultades durante los ocho años de defensa ante la agresión del régimen baasista de Irak, llevó al enemigo a arrodillarse ante la dignidad y el honor de un pueblo musulmán.

La Defensa Sagrada, precisó, además consiguió que tanto a nivel regional como internacional brotara la resistencia islámica en contra de los partidarios del exdictador iraquí, Saddam Husein, respaldado por EE.UU. y su aliado sempiterno, el régimen de Israel.
Agregó que el régimen baasista intentaba eliminar la Revolución Islámica, no obstante con la ayuda de Dios y el liderazgo del (fundador de la República Islámica de Irán) Imam Jomeini (que descanse en paz), desaparecieron los malos pensamientos de los agresores.
El comandante iraní de alto rango, al final aseguró que las Fuerzas Armadas del país, igual que antes, mantendrán su alto nivel de preparación a la vez que intentan mejorar la calidad y cantidad de los sistemas defensivos, bajo las directrices del Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, con miras a enfrentar fuertemente a las amenazas extranjeras.
El 22 de septiembre es el aniversario del inicio de la guerra impuesta por el antiguo régimen baasista de Irak contra la República Islámica de Irán, y cada año se celebran durante esta semana diferentes programas conmemorativos.
Al respecto, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán emitió el lunes un comunicado en el cual aseguró que hará fracasar cualquier complot de EE.UU. para infiltrarse en el país, y que se repitan aquellas épocas de dominio occidental.
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