En un informe publicado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI, por sus siglas en inglés) de EE.UU., titulado “Tendencias Globales 2040: Un mundo más disputado”, recogido el viernes por la revista estadounidense Newsweek se presentan los indicios de esta hipótesis.
El medio señala que el documento, de 144 páginas, centra su evaluación en la interacción existente entre las dos principales potencias mundiales, es decir, Estados Unidos y China, entre otros factores que transformarían la esfera internacional en los próximos 20 años.
“Estados Unidos, junto con sus aliados tradicionales, y China tendrán la mayor influencia en la dinámica global, apoyándose en visiones de competencia del sistema internacional y la gobernanza que reflejan sus intereses e ideologías fundamentales”, sostiene el informe de la Inteligencia estadounidense.
Dicha rivalidad entre Washington y Pekín, añade el reporte, “afectará a la mayoría de los dominios, presionando, y en algunos casos remodelando, las alianzas existentes y las organizaciones internacionales que han apuntalado el orden internacional durante décadas”.
Entre los cambios más importantes previstos en el orden mundial, destaca el texto, se encuentra el traspaso del poder de equilibrio económico del Occidente al Oriente, con las economías asiáticas ganando más terreno.
China en el pico de la economía mundial
El informe pronostica que China estaría a la cabeza, aumentando su participación en el Producto Interno Bruto (PIB) mundial del 17,9 % en 2020 al 22,8 % en 2040. Estados Unidos, por otro lado, vería disminuir su participación en ese mismo período del 24 % al 20,8 %.
Haciendo hincapié en que el PIB sería sólo una de las áreas en las que el gigante asiático adelantaría a EE.UU. en cuanto a su “dominio de influencia mundial”, la ODNI subrayó en que Pekín buscaría, además consolidar su poderío militar a nivel global.
Newsweek indica que Estados Unidos es, con mucha diferencia, la principal potencia militar a nivel global con unas 800 bases abiertas en todo el mundo, de las cuales tiene 280 instalaciones solo en la región de Asia Oriental y el océano Pacífico.
Sin embargo, concluye con que el presidente chino, Xi Jinping, se ha enfocado en la modernización y la expansión de las capacidades tecnológicas del Ejército Popular de Liberación (EPL) de una manera que garantice la disuasión en las áreas a las que Pekín pretende extender su dominio internacional, como podría ser en sus reclamos territoriales en las disputadas aguas de la China Meridional.
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