Son miles, que se sumaron esperanzados al llamado del Gobierno para regularizar su situación migratoria. Es parte de una nueva política de extranjería, que incluye visados restrictivos para haitianos y puertas abiertas a venezolanos. Además, polémicos cuestionarios racistas, que fueron obligados a eliminar.
El Gobierno ha dicho que quiere ordenar la casa. Este proceso recoge los anhelos de miles que marcharon en muchas ocasiones, pidiendo una amnistía migratoria.
Este proceso representa la esperanza de estabilidad y seguridad para quienes desean trabajar en Chile. Los aplausos a Piñera ocultaron la letra chica, pues el registro, los inhabilita de poder trabajar. Las organizaciones de migrantes alertan de los vacíos del proceso.
El fenómeno migratorio en Chile no tiene vuelta atrás, las organizaciones siguen pendientes ante la amenaza de los discursos xenófobos y racistas.
Leonel Retamal, Santiago.
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