Los participantes en las manifestaciones registradas este jueves han acusado al primer ministro Benjamín Netanyahu de abandonar a los cautivos israelíes en Gaza, capturados por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) durante la operación Tormenta de Al-Aqsa, ejecutada el 7 de octubre de 2023.
Durante meses han acontecido decenas de protestas contra la gestión del premier israelí, acusado de provocar un estancamiento en las negociaciones de un alto el fuego que derive en el retorno de decenas de rehenes aún en poder de la Resistencia palestina.
Familiares de los cautivos han acusado en reiteradas ocasiones al gabinete Netanyahu de bloquear un acuerdo con HAMAS por razones políticas.
Las protestas de este jueves tienen lugar mientras está previsto que se reanude una nueva ronda de conversaciones en Catar sobre el alto el fuego y el intercambio de prisioneros.
HAMAS ha advertido que se unirá a las negociaciones solo si obtiene un compromiso claro del régimen israelí con respecto a la implementación de la propuesta respaldada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que incluye el fin de las hostilidades, la entrada urgente de ayuda humanitaria a Gaza y la reconstrucción del enclave.
Hasta la fecha, todos los esfuerzos de mediación han resultado infructuosos debido a la negativa de Netanyahu a cumplir con las demandas palestinas. Por el contrario, las fuerzas de ocupación han recrudecido sus criminales ataques contra la población civil en la Franja de Gaza.
A finales de noviembre tuvo lugar una tregua de siete días entre Israel y HAMAS que permitió el intercambio de 105 rehenes en Gaza por 240 palestinos secuestrados en cárceles israelíes.
Los indiscriminados bombardeos y la ofensiva terrestre del ejército de ocupación han dejado un trágico saldo de más de 40 000 muertos y unos 92 400 heridos, mientras que alrededor de 10 000 víctimas permanecen desaparecidas bajo los escombros, según estimaciones de las autoridades gazatíes.
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