Se considera como una ambiciosa obra de infraestructura energética, que permitirá al país el autoabastecimiento en gas natural.
El gasoducto de Néstor Kirchner es una línea de más de 570 kilómetros, que lleva el fluido desde el yacimiento de Vaca Muerta, la segunda mayor reserva de gas no convencional del mundo, a la provincia de Buenos Aires.
Construir el primer tramo de la obra, inaugurado el domingo, solo duró nueve meses, con un presupuesto de 2500 millones de dólares. El megaproyecto, inyectará hasta 11 millones de metros cúbicos diarios adicionales al sistema de distribución argentino de gas natural. Lo que significa más soberanía energética y un ahorro de 2000 millones de dólares en lo que queda del año.
Es el proyecto de infraestructura más importante del país en 40 años, según el Gobierno. Su inauguración casi al comienzo de la campaña electoral de las Primarias, permitirá mejorar la imagen del Gobierno y de su candidato presidencial, el actual ministro de Economía, Sergio Massa.
En una segunda etapa, se prevé extender la obra 467 km más para llevar gas natural a San Jerónimo, en el sur de la provincia de Santa Fe, en el centro del país. Así, se plantea incrementar en 17 millones de metros cúbicos la producción diaria para abastecer a zonas residenciales e industriales del centro y norte de Argentina, con la posibilidad de exportar los excedentes a Brasil y Chile.
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