“Ambas partes se han comprometido a ceñirse a los términos y condiciones del cese de hostilidades que presenté”, ha destacado este lunes el responsable de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Tras considerar el alto el fuego como el primer paso hacia la paz en el país árabe, ha pedido a las partes que respeten el cese de hostilidades y posibiliten un ambiente favorable a los diálogos de paz que se celebrarán el próximo 18 de abril en Kuwait.
Ambas partes se han comprometido a ceñirse a los términos y condiciones del cese de hostilidades que presenté”, subraya el enviado especial de la ONU para Yemen, Ismail Ould Sheij Ahmed.
Antes de la entrada en vigor del acordado cese el fuego, tanto el movimiento popular yemení Ansarolá como la coalición liderada por Arabia Saudí aseguraron que respetarán tal pacto, pero al mismo tiempo advirtieron de que responderán cualquier ataque de la contraparte.
Sin embargo, Sheij Ahmed ha reconocido que aun queda mucho trecho para la conclusión definitiva del conflicto armado, pero, añade, los “progresos logrados” son una oportunidad para reconstruir el país árabe, recordando el sufrimiento de la población yemení debido a la violencia.
Por su parte, Leila Zerrougui, representante especial de la ONU para Niños y Conflictos Armados, manifestó el domingo su deseo de que la tregua en Yemen sea una oportunidad para salvaguardar a los niños, que es la parte de la sociedad que más ha sufrido la guerra.
Además, el director regional del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unisef, por sus siglas en inglés) para Oriente Próximo y Norte de África, Peter Salama, lamentó que “en el último año, la ONU ha verificado un significativo incremento de violaciones graves contra niños”.
Salama explicó que al menos 900 niños murieron en 2015, siete veces más que en 2014, y advirtió de que habían aumentado también los ataques contra las escuelas y los hospitales y que, al interrumpirse la entrega de servicios básicos a la población yemení, miles de niños se vieron privados del "derecho básico a la educación y la sanidad”.
“Lo primero, se estima que los niños representan un tercio de los civiles muertos y cerca de un cuarto de los heridos. Lo segundo, los ataques contra infraestructuras civiles, especialmente escuelas y clínicas, son comunes”, deploraron Zerrougui y Salama en un comunicado conjunto.
Tras expresar su honda preocupación por la violación flagrante del Derecho Humanitario y de los derechos de los niños en Yemen, manifestaron su esperanza de que la tregua y las futuras negociaciones de paz en Kuwait pongan fin a este conflicto, agudizado con el inicio de los bombardeos de la coalición árabe en marzo de 2015.
Los bombardeos saudíes contra Yemen, cuyo objetivo principal era restaurar en el poder al fugitivo expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi, han dejado un saldo de más de 32 000 víctimas entre muertos y heridos, en su mayoría civiles, y más de 21 millones de yemeníes necesitan ayudas humanitarias básicas.
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