Según informa la agencia británica Reuters, la Cancillería de Turquía ha convocado al encargado de negocios de Rusia en Ankara (la capital turca) por la muerte de uno de sus soldados cerca de la frontera de Siria.
El miércoles un efectivo en un puesto fronterizo en la provincia turca de Hatay (sur) fue abatido por fuego de francotirador proveniente de zonas en el territorio sirio que están bajo el control de las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), en concreto, cerca de Afrin (noroeste de Siria).
Desde hace días, Rusia tiene gran presencia en las zonas kurdas mencionadas y hasta ha establecido una base en la que pretende entrenar a los kurdos y a unidades especializadas de combate contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
Russian military with YPG and YPJ flags in Afrin Canton pic.twitter.com/6oYiMlQOsg
— Syrian Civil War Map (@CivilWarMap) March 22, 2017
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores turco, Huseyin Muftuoglu, ha expresado su esperanza de que Rusia pueda dar explicaciones sobre la muerte del soldado turco y que cese sus cooperaciones con los kurdos mientras que ha expresado su inquietud por la divulgación de fotos de milicianos kurdos con los soldados rusos en Afrin.
Además, ha rechazado la inclusión de las YPG en la operación liderada por Estados Unidos para arrebatarle a Daesh el control del bastión terrorista de Al-Raqa (norte de Siria) y ha esperado que Washington reconsidere esta decisión.
Turquía ha lanzado una ofensiva transfronteriza a lo largo de sus fronteras sureñas para evitar los avances de las YPG en el territorio sirio. Las fuerzas kurdas controlan las franjas nororientales de Siria y Afrin. Turquía no quiere permitirles conectar Afrin a la ciudad de Kobani (norte), con lo que ―a juicio de Ankara― formarían un Estado kurdo unido con apoyo del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo).
hgn/ktg/rba