En una entrevista concedida a la cadena libanesa de noticias Al-Mayadeen, Al-Yafari arremetió contra Washington y sus aliados de la región por sus políticas destructivas que han empleado en Siria, medidas que permiten alargar dicha crisis.
Aprovechó para rechazar las conclusiones de una investigación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que acusó a las fuerzas del presidente Bashar al-Asad de lanzar ataques con gas cloro, afirmando que no hay evidencia física que las respalde.
Estas conclusiones carecen de evidencia física, ya sea muestras o informes médicos certificados de que el cloro fue usado”, recalcó el embajador sirio ante la ONU, Bashar al-Yafari.
“Estas conclusiones carecen de evidencia física, ya sea muestras o informes médicos certificados de que el cloro fue usado”, recalcó el embajador sirio.
Las conclusiones del informe “están basadas únicamente en declaraciones de testigos presentados por grupos armados terroristas”, afirmó Al-Yafari
Además, sostuvo que Siria anteriormente había presentado ante la ONU, once documentos en las que se recogía el uso de armas químicas por parte de los enemigos del país árabe. En ese caso, nadie desde Occidente decía nada al respecto.
También Al-Yafari acusó al enviado especial de la ONU para Siria, Staffan De Mistura, que en vez de ponerse a allanar el camino a un diálogo entre las partes en conflicto, se pone al lado de EE.UU. y sus aliados que solo buscan alargar el sufrimiento del pueblo sirio.
Según un informe de la Sociedad Médica Sirio-Americana, al menos 1491 personas han muerto en ataques con gases tóxicos y asfixiantes —como el sarín, el gas mostaza y el cloro— desde el estallido del conflicto en Siria en 2011.
La crisis en Siria, que comenzó a mediados de marzo de 2011, se ha cobrado la vida de más de 215.000 personas, de acuerdo con la información dada el pasado 15 de marzo por el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) con motivo del cuarto aniversario del conflicto.
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