“Rusia hará todo lo necesario para mantener el balance de militares en Europa, pero no quiere que esto lleve a una carrera armamentística”, ha recalcado este viernes el representante permanente de Rusia en la OTAN, Alexánder Grushkó.
De acuerdo con el titular ruso, el Gobierno de Moscú responderá a cualquier intento de la OTAN de romper la paridad y asegurar una supremacía militar; ya que, según ha considerado, la puesta en práctica de los planes de esa entidad sería “una tendencia peligrosa”.
“Ya avisamos a la OTAN desde hace mucho tiempo de que cualquier intento de proyectar la fuerza hacia Rusia, cualquier intento de asegurar una supremacía militar, de romper la paridad en algunas regiones, van a obtener una respuesta, y tomaremos todas las medidas legales necesarias para garantizar nuestra seguridad”, ha alertado.
A este respecto, ha agregado que los intentos de la OTAN, como el aumento de sus ejercicios militares en las fronteras rusas, desembocarían en una situación “muy peligrosa” que empeoraría la seguridad regional y la de los Estados miembros.
Las afirmaciones de Grushkó tienen lugar después de que el diario británico Times haya informado este viernes de la decisión de la OTAN de declarar estado de alerta a miles de sus tropas para su eventual envío al territorio turco, so pretexto de “proteger” a Turquía ante las operaciones antiterroristas de Rusia.
Desde el pasado 30 de septiembre y tras recibir una petición siria de ayuda militar para la lucha antiterrorista, Rusia ha emprendido una campaña militar —coordinada con las Fuerzas Aéreas sirias—, contra el EIIL y otras bandas terroristas que operan en el territorio del país árabe. Se prevé que los ataques aéreos rusos en Siria continúen durante al menos 3 o 4 meses.
No obstante, el 3 de octubre, un Su-30 ruso entró brevemente, durante unos segundos, en el espacio aéreo de Turquía. En reacción, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, amenazó con “atacar” los cazas rusos, si vuelven a violar el espacio aéreo de su país.
En la misma jornada, el Ministerio ruso de Defensa admitió el percance ocasionado al desorientarse un Su-30 a causa de las malas condiciones atmosféricas, que hicieron, según Moscú, que ese aparato entrase en el cielo turco durante unos segundos. Y el Kremlin, a su vez, aseveró que los bombardeos de Rusia en Siria contra los terroristas no afectarán negativamente las relaciones Rusia-Turquía.
Por su parte, tanto Estados Unidos como la OTAN lanzan advertencias a Moscú por sus actividades en Siria, mientras que de acuerdo con fuentes sirias, los bombardeos rusos contra los terroristas, ha disminuido el poderío del grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe) entre otros grupos terroristas activos en este país árabe.
El 6 de octubre, el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, se mostró convencido de que la incursión de los aviones rusos en el espacio aéreo de Turquía no parecía un accidente.
Rusia reitera que bombardea a todos los terroristas, sin discriminación alguna, y lamenta que el Occidente y sus aliados, incluida Ankara, no tengan una definición clara de los “opositores moderados” en Siria.
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