“EE.UU. actuó como si quisiera provocar una nueva aventura de Pyongyang”, y “lo hizo”, dijo ayer viernes el jefe de la Diplomacia rusa en una rueda de prensa al margen del 24º Consejo Ministerial de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en Viena, capital austriaca.
A juicio de Lavrov, los ejercicios militares de EE.UU. en la península coreana causaron que el pasado 28 de noviembre Pyongyang lanzara con éxito un misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés), bautizado como ‘Hwasong-15’, con capacidad de cubrir “todo el territorio estadounidense”.
Lavrov reveló que en septiembre Washington aseguró que no se planeaban maniobras militares en la península hasta la primavera. Moscú consideró esto como disposición para las conversaciones y transfirió “esta señal” a Corea del Norte, que “no dijo que no”, apuntó.
No obstante, añadió, dos días después se informó de juegos de guerra “extraordinarios no programados” para el mes de octubre, algo no esperado por nadie, enfatizó al indicar que tras estos Pyongyang no realizó ninguna prueba.
A pesar de esto, Estados Unidos anunció nuevos ejercicios para principios del mes en curso, recordó para después subrayar que fue tras esta noticia que Corea del Norte llevó a cabo el reciente lanzamiento con “características intercontinentales”.
EE.UU. actuó como si quisiera provocar una nueva aventura de Pyongyang”, y “lo hizo”, enfatiza el canciller ruso, Serguéi Lavrov.
En declaraciones a su homólogo estadounidense, Rex Tillerson, Lavrov aseveró el jueves que los ejercicios militares y la retórica agresiva de Estados Unidos están causando una escalada inaceptable de tensiones en la región asiática.
A su vez, Corea del Norte insiste en que realiza sus pruebas nucleares y balísticas sobre la base de su “derecho a la autodefensa” ante la “hostilidad” de EE.UU., manifiesta en las maniobras militares conjuntas Washington-Seúl en la península.
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