“El objetivo [de estas sanciones] era influir, afectar la situación socioeconómica. Para empeorar las cosas y afectar las elecciones [de Rusia]. Esa es mi profunda convicción”, dijo Sechin al diario británico Financial Times, publicado el domingo.
El director ejecutivo de Rosneft dejó claro que las sanciones que impusieron a las empresas rusas son “injustificadas” e “ilegales”, explicando que las compañías no pueden asumir la responsabilidad política de su país.
Los empresarios “no somos parte de la política internacional. No formamos políticas”, aseguró Sechin, para después denunciar que la crisis política ha puesto un gran obstáculo en el camino de sus esfuerzos para promover la capitalización del mercado de Rosneft.
El objetivo [de estas sanciones] era influir, afectar la situación socioeconómica. Para empeorar las cosas y afectar las elecciones [de Rusia]. Esa es mi profunda convicción”, opinó el presidente de la petrolera estatal Rosneft, Igor Sechin.
A continuación, evocó que la capitalización de su empresa solía ser 93 mil millones de dólares y después de las sanciones antirrusas este número descendió a 62 mil millones de dólares estadounidenses, perjudicando todos los esfuerzos de Rosneft para desarrollar su capitalización.
Además, indicó que en Rosneft están resolviendo sin dificultad los problemas que podrían tener debido a los embargos, afirmando que las sanciones no afectan a su empresa, pero al mismo tiempo reconoció que “el mercado lo ve de manera diferente”.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron cuando comenzó la crisis de Ucrania y la posterior anexión de Crimea a Rusia. A raíz de ello, EE.UU. y la Unión Europea (UE) aprobaron varios paquetes de sanciones contra Moscú, que respondió a ellas imponiendo similares medidas.
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