Según ha informado este viernes la agencia británica de noticias Reuters, el régimen israelí buscó ―con la ayuda de Grecia― métodos para engañar a los radares de los S-300, de tal manera que en el futuro ese régimen pueda llevar a cabo ataques contra objetivos en el territorio sirio, aun si este país árabe o Rusia llegan a desplegar estos sistemas antiaéreos en Siria.
Las fuentes militares citadas por Reuters indican que los S-300 usados en las pruebas del régimen israelí eran los mismos que hace 18 años Rusia vendió a Chipre, pero que después fueron adquiridos por Grecia.
Cabe destacar que los sistemas S-300 de Grecia son menos sofisticados que los que están usando las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia.
Una de las fuentes ha confirmado que en 2014 en al menos una ocasión Grecia, por petición de Estados Unidos, permitió a los cazas israelíes analizar en simulacros de combate los S-300 rusos para encontrar su puntos débiles.
No obstante, un destacado oficial heleno ha asegurado que Atenas no ha permitido ni permitirá a país alguno, solo al régimen de Tel Aviv, analizar los sistemas antiaéreos S-300 de las Fuerzas Armadas de Grecia.
En la madrugada de este viernes, cazas israelíes atacaron una localidad en el norte de Damasco, capital de Siria, hecho que ocurrió a pesar de que baterías de defensa aérea S-300 y S-400 de Rusia están desplegadas en el territorio sirio y sus radares cubren casi la totalidad del país.
No es la primera vez que aeronaves de guerra israelíes atacan objetivos en Siria, que están bajo el paraguas protector de sistemas de defensa aérea de Rusia.
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