El interrogatorio, el tercero desde comienzos de este mes, se ha desarrollado en la oficina del premier del régimen de Israel, Benyamin Netanyahu, donde se dio seguimiento a las indagaciones sobre el llamado “Caso 1000”, en el que están implicados el multimillonario australiano James Packer y el productor israelí de Hollywood Arnon Milchan, como responsables de la entrega de costosos obsequios al premier y su familia.
Según ha informado la agencia de noticias Reuters, las investigaciones también se han centrado en una segunda cuestión más grave, el Caso 2000, en el que Netanyahu realizó un intercambio de favores con el empresario y dueño del principal diario israelí (Yedioth Aharonoth), Arnon Mozes, a quien supuestamente pidió que mejorara la cobertura sobre su persona a cambio de legislar para controlar la distribución del competidor del periódico, Israel Hayom.
La policía israelí ha llegado a esta conclusión de que hay “pruebas suficientes” para corroborar que el primer ministro israelí ha cometido algunos de los delitos de los que se les acusa, indica por su parte el rotativo israelí Haaretz.
Desde el inicio del año nuevo, Netanyahu ha sido interrogado en tres ocasiones por la policía, que asimismo ha cuestionado a su esposa, Sara, y a su hijo Yair, en relación con los presuntos casos de corrupción.
Los Netanyahu se han enfrentado a una larga serie de escándalos por motivos como alcoholismo, abusos y maltrato a sus empleados, “irregularidades” financieras y abuso de fondos públicos en alimentos, suministros de limpieza y maquillaje, entre otros, en domicilios del premier.
Todos estos escándalos han empañado aun más, si cabe, la imagen de Netanyahu en los territorios ocupados, donde los israelíes han exigido su dimisión con numerosas manifestaciones de protesta.
mjs/mla/msm/nal