El presidente argentino, Mauricio Macri, mantendrá una reunión con el primer ministro del régimen israelí, Benyamin Netanyahu, con el fin de afianzar la relación bilateral entre ambas partes.
Según informes de las cancillerías israelí y argentina, Macri y Netanyahu firmarán una declaración conjunta en la que Buenos Aires se compromete a entregar archivos confidenciales relacionados con el Holocausto y que actualmente se encuentran en manos de la Cancillería argentina, comandada por Jorge Faurie.
Esta entrega será esencial para el régimen de Israel, ya que los documentos podrían confirmar la colaboración del Gobierno del expresidente argentino Juan Domingo Perón con el régimen nazi de Adolf Hitler, en el éxodo de máximos referentes del nazismo al país austral.
Desde la Cancillería argentina afirmaron que entre los documentos disponibles hay cables secretos e informes reservados inéditos que serán significativos para las causas judiciales que están en curso contra el régimen nazi. Desde el régimen de Israel también definieron como “muy valioso e inédito” este aporte que hará Argentina.
Hay mucha documentación que se encuentra en cables secretos de la Cancillería argentina, informes reservados y documentos que hasta ahora nadie conoce que la Argentina hará entrega a Israel (…)”, informó una fuente del Gobierno argentino.
“Hay mucha documentación que se encuentra en cables secretos de la Cancillería argentina, informes reservados y documentos que hasta ahora nadie conoce que la Argentina hará entrega a Israel (…)”, informó una fuente del Gobierno argentino.
El primer ministro israelí ha arribado este domingo a Argentina, dejando pendiente una investigación, junto con su esposa, por fraude y prácticas incompatibles con la función pública.
En Buenos Aires (capital argentina) han aparecido pósteres que muestran rechazo a la visita de Netanyahu y lo tachan de “criminal” y “violador de los derechos humanos” por los crímenes y el genocidio contra el pueblo palestino.
Tras esta parada, Netanyahu viajará a Colombia y México, en una intento por conseguir más aliados que ayuden al régimen de Tel Aviv a obstaculizar las discusiones y reuniones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre las represiones israelíes contra los palestinos.
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