El premier israelí, Benyamin Netanyahu, reaccionaba así ante la aprobación por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) de una resolución que exhorta a Israel a ‘cesar inmediatamente y completamente toda actividad de colonización en territorio palestino ocupado, incluyendo Jerusalén’, es decir, Al-Quds.
De hecho, llamó el viernes a consultas de sus embajadores en Nueva Zelanda y Senegal, dos de los cuatro impulsores de la mencionada resolución, los otros fueron Malasia y Venezuela, pero el régimen de Tel Aviv carece de relaciones diplomáticas con esos países.
Canceló también una visita del canciller senegalés prevista en enero y ordenó el cese de todos los programas de ayuda a Senegal y anular las visitas a Israel de los embajadores no residentes de Senegal y Nueva Zelanda.
El régimen de Tel Aviv, nada más conocer la noticia, se mostró indignado por la aprobación del texto y expresó su repudio a la medida. “Israel rechaza esta vergonzosa resolución antisraelí de las Naciones Unidas y no va a cumplir sus términos”, dijo el viernes en un comunicado el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu.
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