Los buques de guerra Ashigara y Samidare han partido este sábado de la base naval nipona de Sasebo para reunirse con la nave norteamericana en un lugar no especificado.
La medida ya fue anunciada por la Armada japonesa la semana pasada sin ofrecer detalles sobre su ubicación.
La única información que se conoce hasta el momento es que la acción implicará aterrizajes de helicópteros en buques estadounidenses y japoneses, así como capacitación en comunicaciones, con vistas a que Corea del Norte no realice más pruebas con misiles nucleares.
El pasado 13 de marzo, Japón y Estados Unidos realizaron ejercicios navales conjuntos en el mar de la China Oriental, en las aguas de las islas Diaoyu (islas Senkaku, por su nombre en japonés), cuya soberanía se disputan Tokio y Pekín.
En ya infinidad de ocasiones, Tokio ha expresado su gran preocupación por el gran avance norcoreano en el sector militar, sobre todo en lo referente a submarinos lanzamisiles, misiles balísticos y ensayos nucleares, así como por la consiguiente amenaza que a su juicio supone Pyongyang para la región.
La situación ha llevado a Japón a renunciar a principios pacifistas establecidos tras la II Guerra Mundial, como evitar adquirir armas que alcancen a sus países vecinos y limitar su Ejército nacional a la defensa ante posibles amenazas.
Japón busca así acelerar el proceso del despliegue del sistema antimisiles de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD, por sus siglas en inglés) y de misiles de crucero con el fin de contrarrestar la amenaza norcoreana.
A principios del presente mes de abril, Japón, Corea del Sur y EE.UU. iniciaron maniobras navales conjuntas destinadas a contrarrestar posibles lanzamientos de misiles desde submarinos norcoreanos.
Además, el 7 de abril, el Gobierno de Tokio anunció la prolongación de su embargo comercial y otras sanciones unilaterales a Corea del Norte durante dos años más.
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