“En Irak, no sólo estamos defendiendo a nosotros mismos, estamos defendiendo su país (EE.UU.). Estamos defendiendo a todos, ya que los que están actualmente en Irak pueden volver a sus países para cometer actos terroristas", ha afirmado este domingo el jefe de la Diplomacia iraquí en una entrevista concedida con la agencia de noticias estadounidense AP.
En Irak, no sólo estamos defendiendo a nosotros mismos, estamos defendiendo su país (EE.UU.). Estamos defendiendo a todos, ya que los que están actualmente en Irak pueden volver a sus países para cometer actos terroristas", afirma el canciller iraquí, Ibrahim al-Yafari.
Al-Yafari, que se encuentra en París, capital gala, para participar el lunes en la Cumbre del Cambio Climático, ha criticado la demora internacional para hacer frente al terrorismo.
“El mundo tardó demasiado en reaccionar contra Daesh y Al-Qaida. En 2004, hace 11 años, dije que el terrorismo carecía de cualquier religión o creencias particulares. Y en 2012, dije que estábamos en una tercera guerra mundial. Ahora, ven que ningún país puede vivir en paz”, ha sostenido, en alusión a los atentados perpetrados por elementos de Daesh el pasado 13 de noviembre en París, que se saldaron con 130 muertos.
En este sentido, ha llamado a la comunidad internacional a esforzarse contra la banda takfirí Daesh, cuyos integrantes “provienen de 100 países”.
Según el alto diplomático iraquí, los extremistas “no tienen nada que ver con el Islam”. “Lo que los une es el odio que comparten. Están dispuestos a suicidarse con el fin de provocar el mayor número de víctimas”, ha subrayado Al-Yafari, para luego agregar que “la mayoría de las víctimas son musulmanes.”
Desde junio de 2014, Irak afronta una cruenta guerra contra Daesh, grupo terrorista que se ha apoderado de vastas zonas de Irak y Siria, entre las que se destacan Mosul, capital de Nínive y segunda ciudad iraquí en importancia, y Al-Raqa, ciudad que ha llegado a convertirse en el bastión de los takfiríes en territorio sirio.
Daesh consiguió tales logros sobre el terreno mientras EE.UU. y sus aliados europeos y de la región pensaban en provocar el derrocamiento del presidente sirio Bashar al-Asad.
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