Dalia Grybauskaite advirtió el sábado que las maniobras militares conjuntas que realizarán Rusia y Bielorrusia el próximo mes de septiembre, conocidas como Zapad 2017 (Occidente 2017, en ruso), son una clara indicación de que Rusia se está preparando para la guerra.
Frente a lo que considera que podría ser el simulacro militar “más grande en Europa”, la mandataria ha aprovechado para pedir más ayuda militar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Vemos que los riesgos están aumentando, y estamos preocupados por los próximos ejercicios ‘Zapad 2017’, por los que se desplegará una fuerza muy grande y agresiva en nuestras fronteras que muy demostrablemente se prepararán para una guerra con Occidente”, aseveró la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite.
También pidió más garantías a los aliados de la Unión Europea (UE) de que estos acudirían a ‘socorrer’ a los países bálticos, mientras que hizo alusión al repetido argumento de una supuesta 'agresión' rusa.
"Vemos que los riesgos están aumentando, y estamos preocupados por los próximos ejercicios ‘Zapad 2017’, por los que se desplegará una fuerza muy grande y agresiva en nuestras fronteras que muy demostrablemente se prepararán para una guerra con Occidente”, aseveró Grybauskaite, según publicó el domingo el diario británico Express.
En este sentido ha indicado que Lituania continuará hablando con la Alianza Atlántica sobre “la creación de planes adicionales de defensa permanente, sobre la colocación de medios militares adicionales y sobre la creación de un proceso más rápido de toma de decisiones”.
Moscú, a pesar de que ha descrito estos ejercicios como una respuesta al considerable aumento de la presencia militar de la OTAN cerca de sus fronteras, sostiene que los próximos ejercicios son de naturaleza defensiva y pretenden aumentar la interoperabilidad con un país aliado, Bielorrusia.
Grybauskaite, quien mantuvo el pasado viernes una reunión con otros estados bálticos, anunció que planteará sus preocupaciones la próxima semana en una reunión con el vicepresidente estadounidense Mike Pence, y agregó que espera mantener una comunicación "muy cercana" con la nueva administración de EE.UU.
Estados Unidos y la OTAN llevan tiempo acumulando fuerzas militares cerca de las fronteras rusas. En línea con esta política el pasado mes de enero, llegaron al suelo europeo los primeros tanques estadounidenses para ser desplegados en los estados bálticos, algo que Moscú denuncia como otra amenaza más a su seguridad.
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