En su informe trimestral, el primero presentado en lo que va del año 2017, la AIEA, órgano supervisor del pacto, corrobora que Irán mantiene sus reservas de uranio enriquecido dentro de los limites de pureza y de cantidad pactados en ese acuerdo, tampoco ha acumulado más agua pesada de la permitida, no ha instalado nueva maquinaria ni ha llevado a cabo actividades fuera de los parámetros acordados.
"Hasta el 18 de febrero de 2017, la cantidad de uranio enriquecido hasta el 3,67 por ciento de U-235 de Irán fue de 101,7 kilogramos", según el documento de la AIEA publicado este viernes.
Hasta el 18 de febrero de 2017, la cantidad de uranio enriquecido hasta el 3,67 por ciento de U-235 de Irán fue de 101,7 kilogramos", según el documento de la AIEA.
El informe desmiente de hecho las acusaciones de algunos medios de comunicación occidental de que las existencias del uranio enriquecido de Irán superaron los 202,8 kilogramos, que establece el convenio.
Además, el organismo atómico de las Naciones Unidas asegura que la cantidad de agua pesada acumulada de Irán sigue estando por debajo de las 130 toneladas, como exige el acuerdo nuclear.
El informe destaca la amplia colaboración de las autoridades persas con los inspectores de la AIEA, y dice que Irán sigue permitiendo el uso de mecanismos de vigilancia a distancia y sellos electrónicos, así como la recogida de información y, en general, el trabajo de los inspectores.
El embajador de Irán ante la AIEA, Reza Nayafi, ha reaccionado esta jornada al informe, diciendo que este confirma una vez más que todas las actividades nucleares pacíficas de Irán están en conformidad con el pacto nuclear.
El diplomático iraní ha precisado que la cuestión más destacada mencionada en el documento es la inyección de hexafluoruro de uranio (UF6) en las centrifugadoras avanzadas de fabricación nacional, conocida como IR-8, que confirma la "continuación de las actividades de investigación y el desarrollo nuclear de nuestro país (en el marco del acuerdo), conforme a un plan a largo plazo anunciado por Irán".
La AIEA ya había comunicado el pasado 28 de enero, el inicio de la inyección del gas UF6 en las centrifugadoras de última generación IR-8 de Irán, como parte del desarrollo pacífico de su programa nuclear. De acuerdo con los funcionarios persas, las máquinas IR-8 cuentan con 20 veces más capacidad que las IR-1 para producir uranio enriquecido.
Todas las mencionadas actividades se realizan dentro del marco del acuerdo nuclear de Irán y el Sexteto (EE.UU., el Reino Unido, Rusia, China, Francia, y Alemania), que entró en vigor en enero de 2016, y según el cual, Teherán aceptó limitar parte de sus actividades nucleares pacíficas a cambio del levantamiento de las sanciones en su contra.
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