Los diálogos se han convertido actualmente en “una negociación esencialmente bilateral entre Estados Unidos e Irán sobre el alcance de esa capacidad [nuclear], no su existencia”, asegura Henry Kissinger.
En el informe del domingo de la página Web estadounidense ‘Al-Monitor’, escrito por Husein Musavian, exmiembro del equipo negociador iraní en los diálogos nucleares con el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), se destaca también la “dualidad” occidental en cuanto al programa de energía nuclear persa.
Musavian, en reacción a las críticas injustificadas del exsecretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger, sobre que los diálogos se han convertido actualmente en “una negociación esencialmente bilateral entre Estados Unidos e Irán sobre el alcance de esa capacidad [nuclear], no su existencia”, asegura que, en realidad, la crítica deviene de una “incorrecta comprensión”.
“Esas críticas son producto de una errónea comprensión del actual estado de las conversaciones nucleares y de las realidades del sistema internacional”, apunta el funcionario iraní.
Las potencias mundiales que dialogan con Irán, asegura Musavian, están convencidas de que la parte iraní ha cumplido e incluso superado sus obligaciones con el TNP, de que no amenaza la seguridad internacional ni ha actuado por su cuenta, es decir, han comprendido que Irán no trata de convertirse en una potencia nuclear.
“Contrariamente a lo que Kissinger pretende inculcar, un eventual acuerdo nuclear fortalecería el compromiso de Irán con el TNP, aportando transparencia al programa nuclear de Irán”, anota.
Nos recuerda, a su vez, que los mismos firmantes del TNP han violado el tratado en los últimos años. Brasil, Argentina, Egipto, Corea del Sur y Taiwán han realizado actividades nucleares clandestinas, o sea, sin informar previamente a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). Y los países que cuentan con armas nucleares han aumentado el número de sus ojivas de forma arbitraria, obviando sus compromisos con el TNP, añade.
Kissinger, en declaraciones realizadas a finales del pasado mes de enero, indicó que actualmente Washington parece dispuesto a aceptar una infraestructura de miles de centrifugadoras iraníes.
“Se dice que su objetivo es limitar y controlar la base industrial para que Irán no pueda producir material para una ojiva en menos de un año (…) el futuro acuerdo dejaría a Irán como un estado-umbral nuclear, mientras teóricamente da al mundo tiempo para responder si Teherán optó por construir un arma”, advierte.
Los países occidentales aventuran, sin contar con evidencias, que Irán podría perseguir la fabricación de armas nucleares. Irán rechaza tales acusaciones, pero insiste, a su vez, en su derecho legítimo a desarrollar la energía nuclear en el marco del TNP.
El periodista e investigador estadounidense Gareth Porter, en un informe del pasado mes de octubre, reveló que la AIEA había citado documentos falsificados por el régimen israelí en sus informes sobre el posible carácter bélico del programa de energía nuclear de Irán.
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