Seyed Ibrahim Amin al-Seyed, presidente del consejo político de Hezbolá, afirmó el lunes que las autoridades saudíes son los principales responsables de la actual situación en la región dado que prestan amplio apoyo a los terroristas con el fin de que estos promuevan sus intereses.
En una comparación entre los grupos extremistas como EIIL (Daesh, en árabe) y las autoridades de Riad y aseguró que tanto el régimen saudí como los grupos terroristas como Daesh comparten la misma ideología wahabí. Recalcó que Arabia Saudí es una país takfirí y terrorista que en todo su ámbito es extremista en línea con las bandas extremistas.
Al mismo tiempo señaló que las políticas saudíes empoderan a los grupos terroristas y permiten el uso de grupos terroristas como intermediarios para conseguir sus objetivos en Oriente Medio, por ejemplo, en Siria, donde la monarquía árabe ha amenazado con “sacar por la fuerza” a Bashar al-Asad, presidente sirio, si es que se niega a obedecer a Riad y renunciar.
A juicio de Al-Seyed, la actitud de Arabia Saudí en estos momentos evidencia la próxima caída de la casa Al Saud. “Con la ayuda de Dios falta poco para el colapso de (Al Saud)”, anunció.
En los últimos días la guerra verbal entre Arabia Saudí y sus aliados contra Hezbolá y las fuerzas populares iraquíes han llegado a niveles sin precedentes.
El viernes el Gobierno de Emiratos Árabes Unidos (EAU) instó a no distinguir entre Hezbolá, la organización iraquí Badr y Daesh y urgió a la comunidad internacional a eliminar a Hezbolá y los grupos de resistencia en vez de actuar contra EIIL.
En los últimos días, varios altos funcionarios de Hezbolá han condenado las declaraciones de Riad y sus aliados y han instado a dejar de armar a los terroristas en Siria que luchan contra el Gobierno de Damasco.
Tanto evidencias como funcionarios sirios acusan a Arabia Saudí y varios de sus aliados de proveer apoyo financiero y logístico a los muchos grupos terroristas que luchan contra el Gobierno de Al-Asad en un conflicto que, según varios medios, ha dejado entre 270.000 y 470.000 muertos.
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