Según ha informado este lunes el Ministerio saudí de Finanzas, los ingresos del país árabe se situaron en $ 162.000 millones en 2015, mucho menos que las estimaciones y los ingresos del año anterior, mientras los gastos han aumentado a $ 260.000.
En declaraciones durante una rueda de prensa en Riad, capital saudí, los responsables del Ministerio han declarado que el déficit podría ser todavía peor, si el régimen no hubiera puesto en marcha planes para incrementar los ingresos de fuentes no relacionadas con el crudo.
Por otra parte, el ministro saudí de Finanzas, Ibrahim al-Asaf, ha anunciado el plan presupuestario para el 2016, en el que se prevé un déficit de $ 87.000 millones con unos ingresos de $ 137.000 millones y gastos públicos de $ 224.000 millones.
En este contexto, ha dado a conocer que Arabia Saudí planea revisar los precios ampliamente subsidiados de la energía y de combustible como parte de las nuevas medidas adoptadas a causa de los bajos precios del petróleo.
Los precios del petróleo a nivel mundial han disminuido un 60 % desde mediados de 2014. Actualmente, el precio del crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de la que es miembro Arabia Saudí, es poco más del 30 % por barril.
Los economistas acusan al régimen de Riad por esta caída de precios petroleros por abrir demasiado sus grifos y negarse a reducir su producción, pese a la crisis en el mercado de petróleo, para satisfacer a su aliado EE.UU., y presionar a sus rivales como Irán y Rusia.
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