Al-Qaeda, adujo el viernes Lavrov en una entrevista concedida al canal ruso 'Rossiya 24', es el único segmento en Yemen que se regocija de las ofensivas de Arabia Saudí y sus aliados, ya que así puede reforzar su posición frente a su rival, el grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe).
A su juicio, esta rivalidad yace en diferentes factores, entre ellos los integrantes de un grupo pueden ser reclutados por el otro y la condición del pago de remuneraciones caldea cada vez más los ánimos.
El jefe de la Diplomacia rusa puso de relieve también que las actividades antiterroristas no se deben limitar a un país, puesto que los actos de las bandas extremistas deben ponerse bajo la lupa internacional con el fin de adoptar las mejores medidas para acabar con ese fenómeno.
Desde de pasado 26 de marzo, cuando Al Saud dio inicio a sus bombardeos antiyemeníes, el Gobierno de Moscú en reiteradas ocasiones además de criticar las ofensivas bárbaras de Arabia Saudí y sus aliados, ha pedido el cese inmediato de las agresiones a Yemen.
Los ataques de Arabia Saudí se dirigen en gran medida contra las infraestructuras de Yemen, lo que hace casi imposible el suministro de ayuda humanitaria a un país devastado por los bombardeos y el cerco impuesto por el régimen de Riad.
Distintas organizaciones internacionales, como la ONU, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y Médicos Sin Fronteras (MSF), han manifestado su extrema preocupación debido a estos ataques.
Instituciones defensoras de los derechos humanos en Yemen elevan la cifra de víctimas por los bombardeos a 3512 muertos y 6189 heridos, entre ellos 492 menores y 209 mujeres.
mno/ctl/kaa