Durante el tercer día del despliegue militar de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en la zona fronteriza con Colombia, bajo estado de excepción, las autoridades venezolanas capturaron a diez presuntos paramilitares en el estado occidental de Táchira, ha anunciado este lunes el gobernador del mismo estado, José Gregorio Vielma Mora.
Asimismo, ha informado que durante los operativos, unos 500 centros de explotación sexual han sido desarticulados y unos 1012 indocumentados de nacionalidad colombiana han sido repatriados.
No obstante, ha asegurado que las autoridades del país bolivariano han tratado “humanamente a todas y cada una de las personas indocumentadas para que regresen a su país y hagan vida en él”.
"Personas que hemos colocado a la orden de la autoridades colombianas, a las que se les ha garantizado sus derechos, sin ningún tipo de tortura ni humillación. Se han llevado hasta el límite con territorio colombiano, en autobuses, todos sentados y se han entregado al Consulado colombiano", ha dicho.
En este contexto, ha precisado que en el citado grupo de ciudadanos colombianos hay cientos de niños que no tienen cédula de identidad ni partida de nacimiento, y que “muchos son usados como mula para cruzar los ríos y trasladar comida en contrabando”.
Mora luego de calificar de “terrible” la situación actual en la zona fronteriza con Colombia, ha destacado que las fuerzas venezolanas que están liberando “un territorio de la mafia y de las bandas criminales”, han encontrado hasta la fecha “casas clandestinas donde se presume tenían personas secuestradas, también mercadería ilegal”.
Las actividades paramilitares, también, han provocado una gran cantidad de muertos en el territorio colombiano, ha declarado Mora para luego advertir que el expresidente y actual senador colombiano, Álvaro Uribe Veléz, “puede hacer del lado de Colombia lo que desee”, pero en la frontera venezolana “no”.
Por su parte el vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, señaló el domingo la decisión del Gobierno para erradicar el paramilitarismo en el país, pese a la oposición de la derecha.
El presidente Maduro decretó el sábado estado de excepción constitucional durante 60 días en varios municipios en la frontera con Colombia.
La medida fue adoptada después de que Maduro ordenara la noche del miércoles el cierre de la frontera con Colombia por 72 horas en Táchira, tras un ataque de desconocidos con saldo de tres militares y un civil herido.
Ante esta iniciativa, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, llamó a colaborar con Caracas para frenar la inseguridad fronteriza e indicó que el cierre del paso no coadyuvaría a restablecer la seguridad en la zona.
Sin embargo, el Gobierno de Caracas insiste en que la frontera permanecerá cerrada hasta que se restablezca la estabilidad en la región.
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