Donnelly explicó en un comunicado que el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) alcanzado el pasado 14 de julio en Viena, capital de Austria, es la última opción para detener las actividades nucleares de Irán vía diplomática.
Por eso (…) prefiero dar una oportunidad a este acuerdo, pese a compartir la misma opinión con los críticos que preguntan por lo que ocurriría dentro de 10, 15 o 20 años después de aprobar ese acuerdo”, sostuvo el funcionario en el Comité de Servicios Armados del Senado estadounidense.
Ratificó que recurrir a una opción militar contra el país persa por sus actividades nucleares tendría un precio, que solo lo entienden las víctimas de las intervenciones militares que ha llevado a cabo el país en diferentes partes del mundo.
“Por eso (…) prefiero dar una oportunidad a este acuerdo, pese a compartir la misma opinión con los críticos que preguntan por lo que ocurriría dentro de 10, 15 o 20 años después de aprobar ese acuerdo”, sostuvo el funcionario en el Comité de Servicios Armados del Senado estadounidense.
El senador de su estado (Indiana, ubicado en la región Medio Oeste) defendió que no es lógico trasladar a 2016, una amenaza potencial que correspondería a 2026 y 2031.
Cada día más políticos estadounidenses se unen en las filas de los simpatizantes del JCPOA entre Irán y el Sexteto (EE. UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania). En la misma jornada, el expresidente del lobby antiraní Unidos Contra Irán Nuclear (UANI) Gary Samore anunció su apoyo a este acuerdo, al considerarlo la única vía posible para el caso nuclear iraní.
Ese consenso, no obstante, ha tenido sus opositores también en las filas de los demócratas, como Alcee Lamar Hastings y Chuck Schumer, aunque el secretario de Energía de EE.UU., Ernest Moniz, aseguró a los grupos judíos que el reciente consenso nuclear logrado con Irán beneficiará a Washington, el régimen de Israel y algunos países árabes.

Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, aseguró el pasado 19 de julio que en caso de que el Congreso —dominado por los republicanos—- no apruebe el acuerdo nuclear con Irán, no se podrán sostener las sanciones antiraníes.
El texto del JCPOA todavía está pendiente de ser aprobado por Irán y los seis poderes mundiales y prevé la eliminación de las sanciones antiraníes a cambio de algunas restricciones al programa de energía nuclear del país persa.
La conclusión de los diálogos nucleares ha recibido el beneplácito de gran parte del mundo, desde la Unión Europea (UE), Asia-Pacífico y Oriente Medio hasta América Latina.
Irán rechaza alegaciones sobre su programa de la energía nuclear, y señala que como miembro de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), y signatario del Tratado de No Proliferación (TNP), tiene legítimo derecho a adquirir y desarrollar energía nuclear con fines pacíficos.
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