Según un informe publicado el domingo por el diario Sky News, el representante israelí Dov Khenin denunció que la demolición de estructuras en la denominada zona C de Cisjordania es un intento de limpiar el territorio y apropiarse de esas tierras para luego instalar allí a colones israelíes.
UN says Israel's military has increased demolition of Palestinian homes in the occupied West Bank https://t.co/vWvNHuQslh
— Sky News (@SkyNews) May 1, 2016
La mayoría de las demoliciones se llevaron a cabo en la “zona C” de Cisjordania, que cuenta con una superficie de 360 000 hectáreas, es decir, el 60 por ciento del suelo, y que se encuentra bajo el total y férreo control militar israelí.
Israel está acometiendo una "limpieza étnica de forma muy sofisticada" en la ocupada Cisjordania, agregó Khenin.
Sin embargo, las autoridades israelíes rechazaron las declaraciones de Khenin y alegan que estas demoliciones son legales y dichas casas se construyeron sin permiso.
Los grupos palestinos siempre han denunciado que el régimen de Israel, aprovechando la jurisdicción de la zona C, controla cualquier permiso de construcción.
El pasado 17 de marzo, el primer ministro palestino, Rami Hamdalá, condenó la confiscación “sistemática” de tierras y granjas palestinas en Cisjordania.
Los representantes de la Unión Europea (EU) en Al-Quds (Jerusalén), por su parte, llamaron la atención sobre el creciente número de viviendas palestinas destruidas recientemente en los territorios ocupados y pidieron un cambio en la política israelí en la zona.
Igualmente, los altos funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en respuesta a la mayor demolición de viviendas palestinas en Cisjordania, reclamaron al régimen de Israel el fin de estas prácticas.
Más de medio millón de israelíes viven en asentamientos ilegales construidos desde la ocupación, en 1967, de los territorios palestinos en Cisjordania, pese a que la Convención de Ginebra prohíbe construir en territorios bajo ocupación.
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