• Joven palestino en el valle del Jordán, cerca de la ciudad cisjordana de Ariha (Jericó). 21 de enero de 2016
  • El primer ministro de Palestina, Rami Hamdalá.
Publicada: jueves, 17 de marzo de 2016 23:25

El primer ministro palestino, Rami Hamdalá, ha reprobado este jueves la confiscación “sistemática” de las tierras y granjas palestinas por parte del régimen de Israel.

“Se trata de una violación flagrante del derecho internacional”, ha enfatizado el premier palestino a través de un comunicado en reacción a la reciente apropiación israelí de tierras palestinas en Cisjordania ocupada.

A juicio del alto funcionario palestino, el régimen de Tel Aviv no busca la paz en el Oriente Medio, sino que sigue promoviendo su política para impedir el establecimiento de un Estado palestino.

Se trata de una violación flagrante del derecho internacional”, enfatiza el primer ministro palestino, Rami Hamdalá.

El régimen israelí aprobó el pasado martes una resolución para convertir en “tierra estatal” de Israel 234 hectáreas en una zona próxima a Ariha (Jericó), ubicada en el Valle del Jordán, al este de Cisjordania.

Hamdalá ha insistido en que las mencionadas tierras fueron robadas a palestinos y allí se han construido numerosos asentamientos agrícolas por los israelíes, evocando que tal medida se trata de la apropiación más amplia que acomete Israel desde agosto de 2014.

Por otra parte, el Servicio de Acción Exterior de la Unión Europea (UE) ha expresado hoy jueves, mediante un texto, su firme rechazo a la decisión israelí que “podría comprometer la viabilidad de un futuro Estado palestino”, al tacharla de “ilegal bajo las leyes internacionales”.

De acuerdo con la UE, lo único que conllevará dicho acto israelí es hacer que las partes lleven el conflicto israelo-palestino “aun más lejos” e imponer más obstáculos en el camino para la paz, al mismo tiempo ha dudado del “compromiso de Israel para lograr una solución entre ambos bandos”.

El bloque europeo ha vuelto a reiterar su oposición a todas las políticas y acciones de este tipo del régimen de Israel, que incluyen “demoliciones, confiscaciones, traslados forzosos o desalojos” contra el pueblo palestino en estas tierras.

La decisión israelí fue condenada, también, por el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, Estados Unidos, Alemania y Francia, exigiendo a Israel que “dé marcha atrás con ese tipo de actos en beneficio de una paz justa y abarcadora y de un acuerdo (de paz) justo y definitivo”.

Según los Convenios de Ginebra, está rotundamente prohibida la construcción de asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados por Israel en la Guerra de los Seis Días en 1967. Sin embargo, Israel, haciendo caso omiso a las llamadas de la comunidad internacional, siguió y sigue edificando viviendas en estos territorios, de manera que actualmente más de medio millón de israelíes viven en más de 120 asentamientos ilegales en los territorios palestinos de Cisjordania y el este de Al-Quds (Jerusalén).

zss/ktg/rba