• El candidato republicano, Donald Trump, realizando un gesto sumamente similar al saludo nazi.
Publicada: domingo, 29 de mayo de 2016 15:27
Actualizada: lunes, 30 de enero de 2017 10:43

Trump, tras asegurar su posición como el candidato republicano en las presidenciales del 2016 ha habido un aumento de discusión sobre si su avance se puede comprender como parte de un auge mundial del fascismo.

El analista político estadounidense Peter Baker, en un artículo redactado para el rotativo estadounidense The New York Times publicado el sábado, aborda el tema de las similitudes entre las posturas y posiciones del candidato del Partido Republicano, Donald Trump, y las del fascismo.

Según Baker, a pesar de las similitudes entre el discurso y las posturas de Trump y el fascismo, el magnate estadounidense no tiene una base de aficionados violentos ni está exigiendo aumentar el control del Estado sobre el mercado y otros ámbitos, lo cual es uno de los requisitos principales del fascismo.

Además Trump, en clara diferencia con líderes fascistas como el exlíder de la Alemania Nazi y el exdictador italiano, Adolf Hitler y Benito Mussolini, respectivamente, no rechaza la democracia y no tiene una estricta definición del orden en la sociedad donde busca llegar al poder.

 

No obstante, advierte el analista, los medios de comunicación, en gran parte, se han estado distrayendo con la cuestión de la supuesta vuelta del fascismo a EE.UU. cuando en realidad están ignorando el descontento general que ha empujado a Trump hacia la Casa Blanca.

De este modo ha sugerido a los políticos y a los que toman las decisiones en Estados Unidos a resolver los problemas de economía, la injusticia social y las políticas financieras que dan demasiado poder a algunos pocos institutos financieros, desilusionando así a la población.

Desde el comienzo de su campaña electoral Trump ha creado controversia, en especial por sus declaraciones sobre los mexicanos y los musulmanes, además de sus constantes ataques contra casi todo al que se le opone.

A pesar de ello, el candidato republicano goza de amplio apoyo entre la población estadounidense y según las últimas encuestas ganaría si su contrincante demócrata fuera a ser Hillary Clinton, a quien muchos ciudadanos estadounidenses consideran como la candidata que representa a los grandes bancos y las grandes empresas y corporaciones.

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