"(Teherán) no desarrolla armas ofensivas, y al mismo tiempo enfrenta amenazas por parte de distintos países. Tiene derecho a la autodefensa", ha dicho este lunes el emisario del presidente de Rusia para Afganistán y jefe del Segundo Departamento Asiático del Ministerio ruso de Exteriores, Zamir Kabulov.
"(Teherán) no desarrolla armas ofensivas, y al mismo tiempo enfrenta amenazas por parte de distintos países. Tiene derecho a la autodefensa", ha dicho el emisario del presidente de Rusia para Afganistán y jefe del Segundo Departamento Asiático del Ministerio ruso de Exteriores, Zamir Kabulov.
Kabulov ha acusado al Occidente de hipocresía al decir que ahora siente preocupación por el programa de misiles de Irán, pero "han olvidado (los occidentales) que cuando les hizo falta meterse en el mercado iraní, prescindieron rápidamente de todas esas restricciones, de ahí su hipocresía en muchos de los casos".
Además ha anunciado que su país muy “pronto” enviará a Irán el sistema antiaéreo S-300, pero niega haber negociado sobre la posible compra del sistema de defensa antiaérea S-400.
"No se celebran negociaciones sobre los S-400. En principio, los iraníes habían dado a entender que les gustaría, pero no hubo conversaciones", ha declarado el diplomático ruso a la agencia rusa RIA Novosti.
El portavoz de la Cancillería iraní, Husein Yaber Ansari, a su vez, ha anunciado que el sistema antiaéreo S-300 está de camino a Irán, según el acuerdo que lograron Irán y Rusia en los últimos meses.
Teherán y Moscú rubricaron en 2007 un contrato valorado en unos 800 millones de dólares por el que Rusia debía entregar a Irán al menos cinco baterías de sistemas móviles de defensa aérea S-300, capaces de interceptar y destruir con sus misiles simultáneamente varios misiles y aviones.
Rusia, cuando todavía era presidente Dmitri Medvedev, rescindió el contrato en virtud a una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), y Teherán respondió con una demanda judicial ante el tribunal de arbitraje de Ginebra en Suiza.
No obstante, en abril de 2015, el actual presidente ruso, Vladimir Putin, eliminó la prohibición para suministrar S-300 a Irán, medida que fue bien acogida por las autoridades iraníes.
Yaber Ansari ha destacado las estrechas relaciones entre Teherán y Moscú en distintos campos, a mayor nivel en cuestiones políticas.
De acuerdo con el diplomático iraní, ambos aliados intentan aumentar también sus cooperaciones económicas, sobre todo, con la entrada en vigor a principios de este año del acuerdo nuclear Irán-Grupo 5+1 (Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
En esta misma línea, el ministro de Defensa iraní, el general de brigada Husein Dehqan, ha partido este lunes de Teherán rumbo a Moscú con el fin de potenciar las relaciones y desarrollar las cooperaciones bilaterales.
A lo largo de dicha visita —que responde a una invitación oficial del ministro de Defensa de Rusia, Serguei Shoigu—, Dehqan se reunirá con los titulares rusos de alto rango a fin de fortalecer los nexos defensivos y militares.
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