“No queremos que se produzca un accidente”, dijo el portavoz del Departamento estadounidense de Defensa, Peter Cook.
No queremos que se produzca un accidente”, dijo el portavoz del Departamento estadounidense de Defensa, Peter Cook.
Las declaraciones de Cook se produjeron después de que el secretario estadounidense de Defensa, Ashton Carter, diera su acuerdo para abrir líneas de comunicación entre los militares rusos y estadounidenses con el fin de evitar incidentes en Siria.
Tras calificar de “extremadamente importante” la seguridad de los pilotos de la llamada coalición anti-EIIL (Daesh, en árabe), liderada por EE.UU., Cook añadió que cuando las fuerzas de ambas partes operen cerca unas de otras no deben cometer errores de cálculo o de juicio.
A su juicio, el objetivo de los diálogos con las autoridades rusas es asegurar que las operaciones aéreas de la coalición anti-EIIL no serán interrumpidas por cualquier actividad militar de Rusia en Siria.
Funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo la condición de anonimato, sostuvieron el martes que Washington considera que Moscú ha desplegado nuevos aviones de combate en la provincia occidental siria de Latakia.
En este contexto, funcionarios del Departamento de Defensa de Estados Unidos aseguraron que Rusia ha desplegado hasta 28 cazas en el oeste de Siria y comenzado sus vuelos de vigilancia en un intento por aumentar su apoyo al Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad.
En los últimos días se han conocido varios reportes sobre la construcción de una nueva base militar rusa en Siria, y el despliegue de sistemas antiaéreos y tanques en este país árabe.
Por su parte, Moscú también ha confirmado la presencia de sus militares en Siria para instruir a los efectivos sirios en el uso de armamento y el combate antiterrorista.
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