No hay otra alternativa que construir una nueva base militar para los Marines estadounidenses en Okinawa, en el sur de Japón, anunciaron las autoridades del Departamento de Estado y de Defensa de EE.UU. en su reunión mantenida el miércoles con el gobernador de Okinawa, Takeshi Onaga, en Washington (capital).
Construir una base aérea "es la única manera de aborda las preocupaciones políticas, financieras y estratégicas", indica el comunicado emitido por el Departamentos de Estado.
Onaga, que fue elegido el pasado noviembre como gobernador y se opone al plan de construcción de la base militar estadounidense, se encuentra esta semana en Washington para advertir a las autoridades estadounidenses sobre este proyecto de construcción.
El funcionario japonés afirmó el pasado mes de mayo que tiene pensado decir a las autoridades de EE.UU. que ignorar los deseos del pueblo de Okinawa dañaría la reputación de ambos países, en particular en Asia.
Washington planea trasladar su base aérea del Cuerpo de Marines de Futenma desde Ginowan, ubicada en la isla de Okinawa, a Henoko, una pequeña zona costera en Nago (norte de Okinawa).
El 76.1 por ciento de los habitantes de la isla, amén de estar alarmados ante los peligros que ese centro militar podría entrañar para la zona, se opone a la construcción de una nueva base y está indignado por los delitos sexuales que perpetraron varios infantes de la marina estadounidenses, muchos de los cuales, hasta el momento, no han sido llevados ante la justicia.
Según los informes, el 75 por ciento de las bases de Estados Unidos en el país del sol naciente se encuentra en la isla de Okinawa y alrededor de la mitad del total de los 50.000 militares estadounidenses destinados en Japón están estacionados en esa provincia.
Mientras Washington alega que busca defender a Japón ante las supuestas amenazas de China, las autoridades del gigante asiático han advertido en reiteradas ocasiones al país norteamericano que no interfiera en los asuntos internos de otros países.
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