“Tiene sentido que no haya público en la sala cuando uno se sienta con los financistas para establecer prioridades”, ha declarado uno de los invitados al diario neoyorquino The Jewish Daily Forward, en su edición de ayer lunes, para justificar el —ahora fracasado— secretismo.
Tiene sentido que no haya público en la sala cuando uno se sienta con los financistas para establecer prioridades, declara un asistente a la reunión.
Este diario informa de que la iniciativa de la reunión, que se celebrará este fin de semana a puerta cerrada en Las Vegas, en el suroeste estadounidense, la planteó de manera apresurada el promotor inmobiliario israelí Adam Milstein.
El principal organizador es, sin embargo, el magnate de casinos Sheldon Adelson, una de las primeras fortunas del mundo, conocido por ser uno de los principales contribuyentes a las campañas electorales estadounidenses, y en especial por su influencia en el Partido Republicano.

Otros dos convocantes son el productor mediático Haim Saban —también muy involucrado en cabildeos políticos, sobre todo con el Partido Demócrata— y la empresaria canadiense Heather Reisman.
Saban, próximo a la familia Clinton, lleva un año discutiendo planes para oponerse a la creciente presencia del activismo antisionista en las universidades estadounidenses —y en general, occidentales—, y ha llegado a proponer al exembajador israelí en Washington Michael Oren crear una organización dedicada específicamente a oponerse al movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra la ocupación de Palestina.
Según varios participantes en la reunión citados anónimamente por The Forward, estarán presentes representantes de las organizaciones sionistas Hillel, StandWithUs, Liga Antidifamación y Federaciones Judías de América del Norte. No ha sido invitada, sin embargo, la organización J Street U.

Haim Saban promueve para 2016 la campaña presidencial de la exsecretaria de Estado Hillary Clinton. Sheldon Adelson está organizando distintos eventos con posibles candidatos republicanos —calificados de “primarias de Sheldon”— para elegir al representante de mayor beligerancia proisraelí (y antiraní), con el senador Marco Rubio señalado como favorito.
La actividad anti BDS de los grupos de presión sionistas se ha incrementado de manera notable en los últimos meses, después de que la última oleada militar israelí contra la asediada Franja de Gaza, en julio y agosto de 2014, provocara un aumento de la conciencia y la militancia antisionistas.
En febrero, el Gobierno canadiense firmó un acuerdo con el régimen israelí para cooperar contra el BDS; posteriormente, medios sionistas han estado promoviendo la “disuasión” del boicot antisraelí en la Unión Europea (UE) a través de un impopular tratado comercial que negocian en secreto Washington y Bruselas.
En línea con el secretismo de la reunión patrocinada por Adelson en Las Vegas, recientemente ha aparecido una página electrónica, cuyos responsables no se conocen, dedicada exclusivamente a intimidar a los estudiantes y militantes propalestinos.
El auge del boicot antisraelí ha sido considerado como una amenaza a la subsistencia del régimen sionista por el exdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense David Petraeus y por el premier del régimen de Tel Aviv, Benyamin Netanyahu.
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