Ali, que se convirtió en musulmán en los años 60, no mencionó por su nombre al precandidato republicano, pero se refirió a su propuesta en una declaración difundida por las cadenas de televisión NBC y ABC.
Soy un musulmán y no hay nada islámico en matar a personas inocentes en París, San Bernardino, o cualquier otro lugar del mundo", según señaló el excampeón mundial de boxeo Mohamed Ali.
"Hablando como alguien que nunca ha sido señalado como políticamente correcto, creo que nuestros líderes políticos deberían utilizar su posición para lograr comprensión sobre el Islam y aclarar que estos asesinos equivocados tienen puntos de vista pervertidos sobre lo que es el Islam en realidad", señaló la gloria del boxeo en un comunicado.
Ali, de 73 años, fue empujado a sumarse al debate después de que el presidente Barack Obama recordara en un pronunciamiento sobre la propuesta de Trump que hay estadounidenses musulmanes que son soldados, ciudadanos de bien y héroes deportivos, a lo que Trump respondió desafiando a la gente a pensar en un héroe musulmán estadounidense.
"Soy un musulmán y no hay nada islámico en matar a personas inocentes en París (capital francesa), San Bernardino (ciudad estadounidense), o cualquier otro lugar del mundo", señala la declaración atribuida a Ali.
Además, destacó que los verdaderos musulmanes saben que la violencia despiadada de los extremistas de EIIL (Daesh, en árabe) “va en contra de los propios principios” de la religión del Islam.
Campeón en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960, Ali ganó después la corona mundial de peso pesado aunque luego fue obligado alejarse del boxeo durante casi cuatro años por negarse a combatir en la guerra de Vietnam debido a motivos religiosos.
Fue declarado culpable de evadir el reclutamiento, pero la Corte Suprema anuló la condena en 1971 y su lucha lo convirtió en una figura icónica mucho más allá del mundo deportivo.
Cabe señalar que Trump, el aspirante a la candidatura republicana para las próximas elecciones presidenciales estadounidenses pidió el lunes el "cese total y completo" de la entrada de musulmanes a Estados Unidos hasta que los legisladores norteamericanos averigüen "lo que está sucediendo".
Dentro de su retórica islamofóbica, Trump prometió en noviembre crear una base de datos para mantener un registro de los miembros de la comunidad musulmana en EE.UU. y ordenar el cierre y vigilancia de algunas mezquitas si llega a ser presidente.
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