Las informaciones que me han suministrado en el día de hoy el ministro de Defensa y los altos mandos militares indican que durante este mes las FARC han mantenido y han respetado el cese al fuego unilateral. Por este motivo he decidido prorrogar por un mes más, y lo iré haciendo hacia el futuro, la suspensión de los bombardeos”.
“Las informaciones que me han suministrado en el día de hoy el ministro de Defensa y los altos mandos militares indican que durante este mes las FARC han mantenido y han respetado el cese al fuego unilateral. Por este motivo he decidido prorrogar por un mes más, y lo iré haciendo hacia el futuro, la suspensión de los bombardeos”, ha asegurado el presidente.
El jefe del Estado colombiano ha hecho estas declaraciones durante una ceremonia celebrada en la ciudad capitalina de Bogotá, en conmemoración de las víctimas del conflicto armado y los héroes del país caribeño, en especial, Antonio Nariño, héroe nacional, cuyo nombre lleva la sede presidencial: la Casa de Nariño.
Ha afirmado asimismo que el Gobierno colombiano, contrariamente a lo que anunció con fecha anterior, no pretende por el momento retomar los bombardeos, aunque surjan amenazas por parte de las FARC, en un intento por acelerar el desarrollo de los diálogos de paz con el grupo armado en La Habana, capital de Cuba.
A este respecto, destacó el compromiso del pueblo colombiano en la búsqueda de la paz, tras más de medio siglo de conflicto armado, e instó a perseverar en ese empeño de distensión hasta que se logre una paz duradera.
Durante su discurso, el dignatario colombiano, también, ha llamado a los ciudadanos a sumarse a la marcha convocada para este jueves en varias ciudades del país, a fin de de apoyar las negociaciones entre la delegación gubernamental y la de los rebeldes.
Al concluir, ha manifestado que espera que la nueva decisión contribuya a la paz y acerque a los colombianos “a esa paz que también añoraba Don Antonio Nariño”.
El dignatario colombiano ordenó el pasado 10 de marzo la suspensión de los bombardeos a las campamentos de la mayor guerrilla colombiana para impulsar una solución al conflicto armado de más de cinco décadas que ha dejado unos 230 mil muertos y más de 5,3 millones de desplazados.
Sin embargo, la guerrilla anunció el 13 de marzo que aún dudaba de la interrupción de los bombardeos, al denunciar la continuación de “la violencia y el terror” contra sus miembros.
Desde que, en noviembre de 2012, Bogotá y las FARC arrancaron las negociaciones de paz, han logrado consensuar tres puntos: la reforma rural, la participación política y las drogas ilícitas y el desminado, y tienen sobre la mesa el tema de las víctimas, además de quedar pendientes el desarme y el mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo.
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