El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se mostró “alarmado” por el asalto de las fuerzas de seguridad de Ecuador a la embajada de México en Quito, capital, para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien se encontraba allí desde diciembre pasado, en calidad de “refugiado y tramitando asilo por la persecución y el acoso que enfrenta”, denunció el viernes el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
Guterres enfatizó la importancia del principio de inviolabilidad de las misiones diplomáticas. Los edificios diplomáticos y su personal gozan “de un principio cardinal de inviolabilidad (que) debe ser respetado en todos los casos, de acuerdo a la legalidad internacional”, señaló Stéphane Dujarric, el portavoz del secretario general, en un comunicado difundido el sábado tras los hechos.
El titular de la ONU subrayó, además, que las violaciones de este principio ponen en peligro las relaciones internacionales normales, que son fundamentales para el avance de la cooperación entre los Estados, para después urgir tanto a Ecuador como a México a mostrar “moderación” y “solucionar sus diferencias por medios pacíficos”.
La irrupción de la policía ecuatoriana en la embajada mexicana el viernes pasado, con el objetivo de detener a Glas, ha generado la ruptura de vínculos diplomáticos entre ambos países y una ola de críticas en América Latina contra el Gobierno del presidente Daniel Noboa.
Más de una decena de Gobiernos de Latinoamérica han denunciado la medida, calificada también de “improcedente” por la Organización de los Estados Americanos (OEA).
El impactante operativo, sin antecedentes cercanos en el mundo, llevó al presidente mexicano, a romper de inmediato relaciones diplomáticas con Ecuador. Nicaragua hizo lo propio el mismo sábado.
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