“Tormenta de Al-Aqsa”: vista por palestinos

Israel es una sociedad jerárquica, profundamente dividida. Una carga que, en vez de solucionarse, cada vez se acentúa más. Una sociedad adoctrinada para ver a los árabes como enemigos y a los palestinos como un obstáculo a vencer.

O sea, a someter. Mejor dicho, a eliminar. El gobierno de Benjamín Netanyahu está compuesto por extre mistas de todas las
clases.

Extremistas de derecha, judíos religiosos, racistas y supremacistas judíos.
En una entidad siempre dominada por sionistas desenfrenados, el gobierno de Netanyahu es el más racista y extremista de toda la historia de Israel.

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